Como parte de las actividades del proyecto Bosques sinérgicos de la Universidad de Alcalá de Henares (UAH) han empezado las labores de mejora de la estructura forestal en una zona del Parque natural de la Sierra Norte de Guadalajara. En este caso, se está trabajando en la estructura de un bosque de robles melojos aclarando las zonas densas y dejando una estructura que mejora el crecimiento de los pies maduros. Para ello se están haciendo labores de aclarado con medios no invasivos, evitando el uso de maquinaria pesada y utilizando caballos para el movimiento de los troncos dentro del bosque.
El aclareo del bosque tiene como intención fomentar la biodiversidad, prevenir incendios, mejorar la resiliencia de los bosques y favorecer su crecimiento a medio plazo, fomentando la bioeconomía de estas zonas mediante el incremento de la absorción de CO2, para incluirlos en el mercado secundario de bonos de carbono.
Para el movimiento de maderas dentro del bosque se están usando caballos de la raza Hispano bretón, con lo que se evita el aplastamiento y la erosión del suelo y la generación de rodadas dentro del bosque, además de que incentiva el uso de las razas autóctonas de equino en estas labores. Además, en las zonas a trabajar se dejan árboles muertos, se instalan cajas nido y refugios de murciélagos y se generan refugios y oquedades para la fauna. Este proyecto, que busca la sinergia entre bosques y bioeconomía, cuenta con la colaboración de los ayuntamientos de la zona y de los gestores del espacio natural de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Posteriormente, este proyecto piloto se aplicará a zonas de bosque mixto, pinares y encinares para poder evaluar su funcionamiento en distintos ecosistemas forestales. La inclusión de créditos de carbono generados por el bosque en el mercado de bonos climáticos, aportará un valor añadido a las masas forestales de estos territorios, favoreciendo su conservación y su gestión sostenible.
El proyecto Bosques sinérgicos cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), para la promoción de la bioeconomía y la contribución a la transición ecológica, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.
PROYECTO RENURSE
El norte de la provincia de Guadalajara es escenario del estudio científico del Proyecto Renurse, que analiza los efectos de la pérdida de población en el medio rural en zonas de montaña comparando núcleos deshabitados y repoblados de tres provincias españolas: Guadalajara, Huesca y Navarra. En concreto, en la provincia de Guadalajara se trabaja en las localidades de Campillo de Ranas, La Vereda y en el núcleo en ruinas de Robredarcas, en el Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara.
En Guadalajara se estudia La Vereda, que fue deshabitado en los años 70 e inició su restauración en 1990; Campillo de Ranas, localidad históricamente poblada, y Robredarcas, pueblo en ruinas totalmente despoblado desde los años 60, perteneciente al término municipal de Semillas. La densidad de población en estas zonas es de 3.6 habitantes por km2, extremadamente baja, al igual que los núcleos de las otras provincias en estudio (en Navarra, el Valle del Arce, y en el pirineo oscense, la zona de La Guarguera).
En cada una de ellas se comparan tres tipos de núcleos rurales: núcleos activos habitados que nunca fueron despoblados; núcleos que están despoblados desde los años 60-70 del s. XX y núcleos despoblados en ese mismo periodo pero que fueron restaurados tras su repoblación hace 30-40 años. La selección de las áreas se realizó atendiendo a las necesidades del diseño experimental, que requiere la presencia de núcleos bajo similares condiciones ambientales.
El valor de este proyecto es que trata de aportar evidencia científica sobre los efectos de núcleos que con el tiempo fueron repoblados, ya que hasta ahora los estudios sólo habían medido el impacto en los ecosistemas del abandono rural.
Esta comparación entre núcleos despoblados y restaurados permite evaluar los beneficios y las pérdidas atribuibles a la restauración ecológica, mientras que el núcleo activo que nunca fue despoblado ejerce un papel de doble control.
Los objetivos concretos del proyecto son evaluar el impacto del abandono y de la restauración sobre los usos y cobertura del suelo; evaluar las consecuencias de la despoblación y la restauración sobre la provisión de los servicios ecosistémicos, y estudiar alternativas de gestión que permitan una fijación ambiental y socialmente sostenible de la población rural.