El pasado 18 de febrero tenía lugar en el All in One de CaixaBank, en Madrid, una jornada titulada “¿Cómo y por qué construimos con madera?”, convocada por la Fundación Gómez-Pintado y la Corporación Vía Ágora, en la cual se pusieron en común diversas experiencias de la madera en el mundo de la edificación, ante el reto común de la descarbonización.
“La madera cada vez tiene una mayor incidencia en el mundo de la edificación -introdujo Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de la Fundación-. Hay que reseñar su impacto en toda la cadena de valor; incluyendo en la vertical de gestión forestal, primera transformación, segunda transformación, en materia medioambiental y en el desarrollo de territorios desfavorecidos con la generación de nuevas industrias”.
A continuación puedes leer sus conclusiones, tras la celebración de la jornada, que puedes ver íntegramente en este enlace.
CONCLUSIONES
“Va para dos años y medio el tiempo que llevamos trabajando en esta compañía, en el mundo de la madera, y vemos en ella retos y oportunidades.
Estoy favorablemente impactado con las declaraciones del secretario general de Vivienda, con el anuncio del PERTE (el Gobierno de España ha lanzado el PERTE de Vivienda con un plan integral para abordar la crisis de la vivienda. Este PERTE tiene como objetivos clave aumentar la oferta de viviendas, mejorar la regulación y proporcionar ayudas). Considero que es importantísimo y que tenemos una oportunidad histórica respecto del cambio de modelo en nuestro sector. Un sector que tiene muchísimas problemáticas y muchos retos por delante, pero también oportunidades.
Nuestro sector es ahora el que tiene que proveer un déficit que tiene nuestra sociedad de más de 600.000 viviendas, que además se va a ver incrementado anualmente con unas 200.000 viviendas.
Nuestro sector es un sector que en la construcción tradicional está llamado a desaparecer. No tenemos mano de obra suficiente para dar respuesta a una edificación tradicional y aparecen los procesos de industralización.
Nuestro sector tiene que mejorar en estos procesos de industrialización, acompañándonos de las entidades financieras para establecer nuevos criterios de financiación. Un reto en el que ya estamos trabajando; ya hemos presentado estudios en Bilbao, lo hemos hecho en el Banco de España y lo vamos a hacer ahora en el Ministerio de Economía, sabiendo que no se puede pensar ya en una financiación tradicional, sino que hay que hablar de otros sistemas completamente diferentes.
Es también una oportunidad ya que se dan la mano dos sectores importantes. El de la edificación, con todas sus carencias, y el de la industrialización, donde vamos a ver crecer nuevos tejidos productivos, nuevas industrias y fundamentalmente por la conexión que tenemos con un sector como es el forestal.
Un sector que ahora está pasando por un momento de sombras, por la tipología que tenemos de empresas; casi todas pequeñas empresas familiares que empiezan a desaparecer por falta de relevo generacional.
Sin embargo, hay una oportunidad para generar otra tipología de industria en la gestión forestal, una gestión que nos puede dar oportunidades para que esos territorios desfavorecidos puedan volver a repoblarse.
Hicimos un estudio hace dos años respecto al impacto que tendría en las comunidades autónomas con mayor porcentaje de masa forestal del país; como son Castilla-La Mancha, Castilla y León o Andalucía, respecto al incremento del PIB y de la población, colocarlos en los mismos estándares de gestión forestal que tienen otros países, y vimos que era espectacular, aunque para ello hay que realizar algunas modificaciones. Lo primero, repensar cuál es el modelo de gestión forestal para modernizarlo, de la manera en la que será posible. Ahí tenemos un gran reto por delante.
Si somos capaces de ligar todo lo que es la gestión forestal con respecto al mundo de la vivienda y la edificación, puede ser espectacular, ya que se puede generar una industria sin parangón en nuestro país.
En todo caso, también estamos totalmente de acuerdo en que tenemos que apostar por sistemas de construcción híbridos. Y es ahí donde tiene que haber muchísima innovación.
Tenemos que ejercer también de divulgadores de lo que supone el mundo de la madera y de lo que supone gestionar un bosque.
Hay que romper el cliché de que hacer aprovechamiento forestal es deforestar. No hay mejor bosque que el que se está gestionando. No solo se evitan incendios y plagas, sino que se genera riqueza y economía. Y esto vinculado al sector de la vivienda puede augurar un futuro que puede ser espectacular, no solo por la creación de nuevas industrias en desarrollo en España sino porque vamos a ser capaces de exportar, y responder a problemáticas parecidas que existen en países de nuestro entorno”.