La Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa, AVEBIOM, ha recibido con satisfacción el acuerdo alcanzado por el Consejo y la Comisión Europea sobre la Directiva de Energías Renovables II (RED II), que fija el objetivo de renovables para 2030 en el 32%, por encima del que defendían los gobiernos (27%), aunque tres puntos por debajo de lo que pretendía el Parlamento Europeo.
“AVEBIOM se une a la satisfacción de las asociaciones europeas de climatización y refrigeración renovable (AEBIOM, EHPA, EGEC, ESTIF) por el acuerdo logrado, ya que da vida a la primera disposición dedicada a calefacción y refrigeración en la legislación de la UE”, explica su presidente, Javier Díaz. La climatización y refrigeración representan actualmente la mitad del consumo final de energía de la UE.
La Directiva establece un aumento anual de 1,3 puntos porcentuales para calefacción y refrigeración, con un 40% de flexibilidad en el calor residual. “Aunque es un primer paso positivo, el compromiso final en la proporción de renovables en climatización y refrigeración carece de ambición real en un contexto donde podrían ofrecer mucho más y llegar a un sector 100% renovable en 2050”, lamenta Javier Díaz.
AVEBIOM echa en falta, además, “que el objetivo no se corresponda con obligaciones vinculantes para los Estados miembros”. El acuerdo proporciona un marco de acción, pero “no es lo suficientemente ambicioso como para cumplir los objetivos de la UE a mediados de siglo para limitar el calentamiento global a 1,5° C”, subraya Díaz.
Desde AVEBIOM creen que deberían fijarse los precios del carbono para replicar el éxito de los países pioneros y garantizar la igualdad de condiciones
“Este objetivo —añade— debe complementarse con un marco coherente que evite los subsidios a las tecnologías fósiles y el bloqueo de la infraestructura de combustibles fósiles”. En concreto, deberían fijarse los precios del carbono para replicar el éxito de los países pioneros y garantizar la igualdad de condiciones. “Las próximas negociaciones sobre la regulación de la gobernanza deben basarse en esta disposición confirmando la inclusión de H&C en las estrategias de descarbonización a largo plazo y abriendo la plataforma de financiación de relleno de huecos en proyectos descentralizados de H&C renovables”, agrega.
BIOMASA SÓLIDA
AVEBIOM ha trabajado, a través del Grupo de Sostenibilidad de la Asociación Europea de la Biomasa (AEBIOM), para introducir criterios de sostenibilidad en el ámbito de la UE como una forma de garantizar la confianza del mercado, manteniendo el mismo nivel de igualdad para el sector.
“Siempre habrá quienes se quejen sobre los criterios establecidos, pero —añade Javier Díaz— la realidad es que, por primera vez, los legisladores europeos han establecido una hoja de ruta de sostenibilidad para el sector de la bioenergía sólida”.
AVEBIOM valora positivamente los criterios establecidos, el enfoque basado en el riesgo y que las plantas de menos de 20 MW de potencia térmica bruta queden exentas. Unas exigencias que garantizan que la biomasa se produzca de forma sostenible, independientemente de su origen geográfico, sin crear una carga administrativa innecesaria en instalaciones pequeñas y en países con un buen sistema de gestión forestal. El 12% de las instalaciones de biomasa tienen más de 20 MW, pero son responsables del consumo del 75% de la biomasa, según los datos de AEBIOM.
No obstante, AVEBIOM lamenta que los Estados miembros puedan adoptar criterios nacionales adicionales, que pueden generar distorsiones en el mercado. “Esperamos que no terminemos con 28 sistemas diferentes después de un esfuerzo tan constructivo logrado a nivel europeo”, concluye Javier Díaz.