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ABS se aproxima a la vivienda autárquica

El aislamiento de suelos, paredes y techos, más el aprovechamiento del Sol y de la inercia térmica de la tierra garantizan el agua caliente sanitaria y el enfriamiento con un ahorro del 95% en verano, y del 80% del calor en invierno.

Aplicando tecnologías conocidas, baratas y sencillas, American Building System, S.L. (ABS) está fabricando casas con un ahorro global de casi un 90 por ciento respecto a los sistemas convencionales de calefacción y enfriamiento.

 

«Los fabricantes de casas de madera somos los mejor posicionados para alcanzar la vivienda pasiva -señala Santiago Muelas, gerente de ABS-. Nosotros ya ahorramos 9 de cada 10 euros de consumo eléctrico en la climatización. Según suben la electricidad y los combustibles, mejor posicionados estamos los que construimos con madera. Cuanto más cara es la energía, mejor se cotiza la casa que la ahorra.»

 

¿Cómo se consigue?

 

ABS confía el calor a una bomba de calor apoyada por la energía del Sol mediante un intercambiador múltiple, y el frío a la aerogeotermia, desechando climatizadores de 1.800 vatios para producir frío por un simple extractor de 34 vatios.

 

En estos años de crisis, empresas como American Building System, S.L. han hecho de la necesidad, virtud. ABS ha comprobado cómo con la energía termodinámica es posible ahorrar hasta tres veces más que con la energía de una resistencia eléctrica convencional, (COP=3). Pero con la energía solar se puede hacer muchas más cosa que calentar el agua sanitaria. «Cuando el Sol termina su trabajo de calentar el agua, hacia mediodía, es una pena desaprovechar el resto de la energía que le queda por regalarnos hasta la caída de la tarde.

 

Sólo hacen falta dos paneles solares, un depósito de agua de unos 300 litros, materiales de cambio de fase y una circuitería hidráulica que permita que el calor acumulado pueda colaborar con la bomba de calor sin necesidad de que el compresor funcione, tan solo funcionaría el fancoil de la unidad interior. En el caso de una ausencia muy prolongada del sol, la bomba de calor sería la que calentase el agua, directamente, sin pasar por el acumulador.
ABS viene desarrollando y combinando una serie de sistemas para incrementar el aprovechamiento y, por tanto, el ahorro energético en sus viviendas. Por ejemplo:

 

1. Los nuevos materiales de cambio de fase multiplican la capacidad de acumulación del agua caliente.

 

2. Ya que el calentamiento del agua es gratis, si conectamos la tubería de ACS al lavaplatos, ahorramos el 70% de su consumo eléctrico, pues este aparato consume más electricidad calentando el agua que moviendo el motor.

 

3. Como no podemos impulsar aire caliente en los baños y, aprovechando que aún tenemos mucho calor acumulado, para calefactar los baños hacemos un circuito cerrado desde el acumulador hasta los secatoallas. Este circuito va entubado junto con la tubería de ACS de manera que esta tubería esta siempre caliente aunque no circule agua. Como el secatoallas y la ducha suelen estar muy próximos, cuando se abra el grifo de la ducha, el agua caliente será casi instantánea. Esta técnica tan sencilla evita hacer un circuito de retorno del ACS que, al disipar calor constantemente, produce más gasto que ahorro.

 

4. Al comprobar que el gradiente geotérmico superficial bajo una vivienda, a unos 40 cm. de profundidad, es equiparable al de una profundidad de tres metros en su periferia, era evidente que había que aprovechar esta inercia térmica inacabable y refrescar la vivienda en verano gracias la técnica de aerogeotermia. Esta técnica, desarrollada por ABS, ha permitido ahorrar un 95% en electricidad sustituyendo al aire acondicionado y sobrepasando con mucho lo prescrito por el CTE respecto de la renovación de aire. Esta técnica no está patentada a propósito, su uso es libre y su explicación está disponible en http://www.abs.es/new/images/AEROGEOTERMIA.pdf

 

Si a lo anterior sumamos las prestaciones de la madera en la construcción, ABS está cerca de alcanzar el máximo en ahorro de energía. Siempre con un coste igual o inferior al de la construcción tradicional.

 

En marcha un proyecto europeo de I+D

 

Pero para conseguir el sueño de una casa con consumo energético cero, a un coste asumible, aún quedan por resolver los consumos cotidianos del horno, vitrocerámica, plancha, alumbrado, etc. Por eso, ABS ha impulsado y coordinado la creación de un grupo de trabajo, en el seno de un proyecto FP7 de Eco-Innovación de la Unión Europea, que integra dos empresas y dos centros tecnológicos españoles, una empresa alemana y un centro tecnológico belga.

 

Se trata de integrar las técnicas antes descritas con una pila de hidrogeno. «Nuestra idea es envasarlo a muy alta presión, unos 700 bares, para que el usuario pueda comprarlo en botellas de formato normal de uso doméstico; cada una de las cuales suministraría energía para un mes aproximadamente -explica Santiago Muelas-. En paralelo, habría que desarrollar una membrana más barata así como paneles solares mixtos: térmicos y fotovoltaicos a la vez.

 

El resultado final sería la producción de unos 2 kW/h que le faltarían a una vivienda para eximir a su propietario de contratar con una compañía eléctrica.

 

Con un coste de unos 10 ó 15.000 euros añadidos al coste de la casa, se obtendría toda la energía necesaria gracias al Sol, la biomasa y el hidrógeno.

 

Para ABS es perentorio que se ahorre energía. Si se logra una casa con consumo cero, ABS certificará su sistema de fabricación y ahorro de energía. Pero está claro que este camino sólo está empezando. «Queda mucho por hacer, pero los que usamos la madera para construir casas ya hemos hecho gran parte del camino».

 

Difusión de la construcción industrial de viviendas

 

La labor de ABS en dar a conocer la madera y la construcción industrial es incesante. De hecho es una de las firmas del sector más visibles en internet y televisión. Asimismo, se ha consolidado como una espléndida rutina la recepción en su fábrica de Azuqueca de Henares (Guadalajara) de alumnos de las Escuelas de Arquitectura de Madrid y de Alcalá de Henares y la de Aparejadores de Madrid. Durante 2010 ha celebrado cuatro sesiones, con la asistencia de casi 400 estudiantes. «Descubren un sistema de construcción de casas en una fábrica que les abre la mente a ideas nuevas, una alternativa a lo que conocen -concluye el gerente de American Building System, S.L.-.»