La ampliación de la sede de Roche ofrece nuevos espacios de trabajo de máxima calidad y en relación con la naturaleza en su campus de Sant Cugat. Una propuesta innovadora por ser adaptable a los cambios y a las nuevas formas de trabajo, apostando por la tecnología y el diseño sostenible.
El complejo de Roche se ubica en una parcela de 38.800 metros cuadrados en el Parc d’Activitats Econòmiques de Can Sant Joan, donde se requiere complementar la capacidad del edificio de oficinas existente y dotar a la sede de nuevos espacios de trabajo, así como de espacios abiertos de calidad y en contacto con la naturaleza para los trabajadores.
La propuesta incluye la construcción de dos edificios y una intervención paisajística con una gran cubierta verde de 3.500 metros cuadrados que genera un punto de unión para todos los edificios de la parcela: un nuevo espacio que se convierte en la gran plaza central del renovado campus de Roche.
Este nuevo paisaje, con abundante vegetación, articula los accesos y recorridos del campus, acogiendo a los usuarios a través de una experiencia inmersiva en la naturaleza. En la zona natural, junto a un arroyo cercano, se han plantado especies autóctonas de bosque mediterráneo, mientras que en la zona inmediata a los edificios se han plantado especies ornamentales con bajos requerimientos hídricos y adaptadas al clima.
Los múltiples usos concebidos para que el usuario disfrute de este espacio, tanto en su tiempo de trabajo como de ocio, se ven envueltos por esta naturaleza. La zona central está dotada de pérgolas vegetales que proporcionan sombra, generando espacios de trabajo y comedores al aire libre, una plataforma sobre una gran pradera florida para actividades dirigidas y, aprovechando la diferencia topográfica, gradas donde celebrar eventos y presentaciones. Además, hacia la zona natural de bosque mediterráneo, se incorpora un pequeño anfiteatro, donde celebrar pequeñas reuniones o descansar, y un espacio para la reflexión y el silencio, obra del artista Gonzalo Lebrija.
El agua juega un papel muy importante en este nuevo paisaje biotopo. Los depósitos situados en la cubierta del aparcamiento recogen el agua para su posterior uso en forma de riego, y las zonas permeables gestionan el 100% de las precipitaciones con sistemas de drenaje sostenibles. Dos estanques junto con una red de zanjas con vegetación y zanjas de grava laminan, retienen e infiltran las precipitaciones, mejorando la biodiversidad del paisaje diseñado.
LAS NUEVAS OFICINAS
El nuevo edificio de oficinas se resuelve en un volumen compacto de geometrías sencillas y limpias, respondiendo a la organización funcional del edificio, que consta de dos plantas públicas que conectan con los espacios exteriores del campus y tres plantas diáfanas de oficinas.
Su orientación en la parcela se estudia teniendo en cuenta criterios ecológicos, requerimientos energéticos, conectividad con el resto del complejo, su adaptabilidad, etc. Por ello se diseña paralelo a uno de los linderos de la parcela siguiendo la orientación sur-norte, creando un corredor ecológico a lo largo del proyecto que enlaza los espacios naturales de los dos arroyos adyacentes al campus.
Los dos núcleos de circulación vertical se sitúan en los extremos de la planta, organizando las plantas de oficinas en torno a un eje central de circulación. En una apuesta decidida por la conectividad sostenible dentro del edificio, las escaleras se han diseñado como espacios saludables que, además de cumplir la normativa, son fáciles de localizar, intuitivos y acogedores de usar. Su materialidad cerámica filtra la luz natural, aportando espacialidad a las escaleras y conformando un espacio atractivo que superpone materiales cálidos, naturales y de producción local.
ENVOLVENTE SOSTENIBLE
La envolvente del edificio se rige por los conceptos de sostenibilidad, eficiencia energética y autoconsumo, consistiendo en una cubierta verde que mejora la inercia del edificio y una doble fachada inspirada en las tradicionales celosías de madera.
La solución de fachada consiste en una doble piel que se adapta a cada orientación para proporcionar una buena protección solar a cualquier hora del día. La piel exterior está formada por marcos de acero que soportan lamas de madera acetilada (©Accoya), mientras que la piel interior es un sistema modular de fachada acristalada.
La cubierta está concebida como una extensión verde en la que la masa de tierra, el mayor aislamiento y la menor reflectancia sirven de regulador térmico del edificio y contribuyen a reducir el consumo de energía necesario para lograr el confort interior.
Además, desde la fase de diseño se han aplicado distintas estrategias para hacer de la ampliación de Roche un complejo productivo y responsable con el medio ambiente. Algunas de estas estrategias, además de las descritas anteriormente, incluyen la producción de energía a través de una gran superficie de paneles fotovoltaicos, el uso y reutilización del agua de lluvia y estrategias pasivas para reducir la demanda energética.