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“Al cliente no le da igual lo que hay detrás de sus paredes”

Jorge Monago, técnico comercial en ROTHOBLAAS.

Rothoblaas ha participado en Fusta Constructiva 2017 por su inequívoco compromiso con el gremio. La prestigiosa firma italiana ha sumado fuerzas para conseguir poco a poco una feria cada vez más potente.

Jorge Monago, técnico comercial de la empresa, exhibió en Fusta Constructiva su amplio abanico de soluciones para la unión y colocación de estructuras de madera; herrajes, láminas y cintas, entre otros productos. Todo ello enfocado a conseguir una construcción sostenible y la eficiencia energética en la edificación.

Rothoblaas trata de ofrecer soluciones para ganar calidad de vida en el interior de los edificios. Sin dejar atrás los herrajes y uniones; segmento en el que más investigan, progresan en la concepción de las nuevas láminas de tecnología monolítica, aún muy desconocidas pero que ofrecen una mayor garantía y durabilidad.

 

 

Respecto a Fusta Constructiva, en Rothoblaas están satisfechos con la acogida de los visitantes, y con un cliente que ha cambiado el chip y a quien, según Jorge Monago, “no le da igual lo que haya detrás de sus paredes, y quiere saber qué hay, de dónde viene y quién lo instala”. En este sentido, Rothoblaas tiene mucho que decir, porque trabaja con materiales ecológicos, enfocados a una mayor eficiencia a la hora de construir. “Cada vez hay mayor preocupación por la construcción sostenible y por que el montaje sea el adecuado, y también el producto que se utiliza”.

La clientela de Rothoblaas es muy amplia, desde el arquitecto prescriptor hasta el cliente final, pasando por ingenieros, calculistas, etc. Colaboran con centros tecnológicos, asociaciones, universidades y entidades. Buscando soluciones eficientes.

En Rothoblaas están plenamente convencidos de que el sector camina hacia la “eficiencia y la edificación sostenible”. Sin embargo, no es algo nuevo, lo vienen notando desde hace unos años, y “el mercado nos lo está demostrando ahora”. En un futuro no muy lejano ve un hueco cada vez mayor de la madera en el mercado, y menos recorrido a materiales como el ladrillo.