KLH fue pionera en la introducción en España de los tableros contralaminados para uso en construcción y rehabilitación. MADERA SOSTENIBLE ha entrevistado a Alex Livio Wulf, director de la Oficina Técnica y de Distribución de KLH en España.
“La madera avanza en España como opción en la construcción -asegura Alex Livio-; y cada vez se conoce más el panel contralaminado como alternativa”.
Para KLH calidad y el desarrollo de I+D son una apuesta constante. La firma es pionera en la introducción en España de tableros contralaminados de gran formato para su uso en edificación y rehabilitación (paredes, techos y tejados). Su producción anual ronda los 650.000 metros cuadrados.
¿Cuándo llega KLH a España?
Hacía el año 2000, aproximadamente. Tras observar que España era un país muy activo y que podría ser un buen mercado, KLH mostró interés y comenzó a participar en ferias del sector. Mi contratación fue en el 2005, y a partir de ahí, con el apoyo de KLH Austria, se inició el desarrollo de la marca en territorio español.
KLH ha sido pionera. Eso también implica topar con barreras que otros se han encontrado ya derribadas o resueltas. ¿Cómo ha sido el camino de KLH en España?
En general, cuando empezamos a trabajar en este mercado existía cierto rechazo hacia la madera, porque se habían hecho mal algunas construcciones. Nuestra primera lucha fue la de presentar un material novedoso con prestaciones muy por encima de otros productos derivados de la madera. Nos dimos cuenta de que había un rechazo total por parte de las constructoras hacia la madera. Hasta ese momento todo funcionaba a base del ladrillo y el hormigón, lo que siempre se había utilizado.
Con la introducción en el año 2006 del nuevo Código Técnico de la Edificación, se considera a la madera como un material constructivo normal
Con la introducción en el año 2006 del nuevo Código Técnico de la Edificación, se considera a la madera como un material constructivo normal. Antes de eso era prácticamente imposible plantear el uso de madera en un proyecto. Hoy existe un mayor conocimiento, se construye más, y se va aún más allá con este material.
Los años malos de la crisis han sido relativamente buenos para nosotros. Curiosamente, hemos observado más interés por el mundo de la madera.
Durante el boom en el mundo de la construcción nadie se paraba a pensar si lo que se construía era de calidad y tenía buenas prestaciones, pero la crisis nos ha hecho ser más analíticos, ver lo que se hacía mal y las razones. Gracias a esta catarsis, materiales como la madera y el contralaminado en particular -que conlleva prefabricación y un control de la calidad- han comenzado a crecer en el mercado.
¿Es el contralaminado un material suficientemente conocido y aceptado entre los prescriptores de la construcción en España?
Aún queda camino por recorrer, pero cada vez más gente conoce el panel contralaminado, por lo menos como una alternativa, aunque todavía tenemos que trabajar mucho para competir en igualdad de condiciones.
Cada vez más gente conoce el panel contralaminado
¿Qué ventajas tiene su uso?
Además de la prefabricación, la rapidez en el montaje y el peso del material. Cuando a una estructura persistente se le añade una carga relativamente pequeña, apenas es necesaria una intervención a nivel de refuerzo.
Ahí es donde entra muy bien el material. Una parte del éxito del panel contralaminado de estos años ha ido también al mundo de la rehabilitación. Una de las primeras obras que ejecuté en el 2008, bastante impactante por cierto, fue la restitución de todos los forjados en el barrio gótico de Barcelona.
¿Ha alcanzado el contralaminado de madera una relación calidad-precio que facilite su progreso en el mercado español?
Diría que sí. De partida, prácticamente todas las obras que hemos realizado en España no estaban pensadas para el panel contralaminado. Al hacer una comparativa a nivel de prestaciones, el panel contralaminado encaja muy bien en cuanto a precio. Se sitúa a los mismos niveles de otros materiales constructivos, con el valor añadido de que, al hablar de prefabricación, hablamos también de tiempos de montaje muy reducidos y de ejecución correcta.
Normalmente, cuando ejecutamos un proyecto, el cliente tiende a repetir. Y creo que, a medida que se vaya normalizando, aún irá ajustándose más a nivel de coste.
PROHOLZ (Oficina Austriaca de Promoción de la Madera) trabajó duro para promocionar el contralaminado en España. Incluso aconsejó la fabricación del material en lugares donde abunda la madera (País Vasco, Cataluña, Galicia…). Hoy existen firmas como EGOIN (Euskadi) o SEBASTIA (Cataluña) que fabrican este producto. ¿Es esto bueno para el sector? ¿Es el momento de promover juntos el uso de la madera en la construcción, más allá de la competencia entre empresas?
Si. Es un mercado que está creciendo. Si se toma el ejemplo de Austria, donde justamente el sector maderero es muy potente, España tendría más o menos las mismas posibilidades. Es un material que se va normalizando y eso significa que habrá espacio para más de una empresa. En mi opinión, los monopolios nunca son buenos.
En España hemos llegado hasta seis plantas en panel contralaminado, toda la estructura. A nivel mundial, hasta la fecha se ha llegado a 18 plantas.
Nuestro trabajo se ha realizado en Lérida. Un edificio privado de viviendas. Un proyecto que asumimos mientras se quedaba en el cajón el del edificio que había al lado, y que íbamos a realizar para el Ayuntamiento de esta ciudad. La crisis lo dejó paralizado por falta de financiación.
En España hemos llegado hasta seis plantas en panel contralaminado
¿Tiene peso entre arquitectos y constructores la conciencia a favor de preservar el medio ambiente?
Entre arquitectos diría que sí. Entre promotores y constructores, al final, es más una cuestión económica.
Esto se está volviendo más y más un tema de actualidad. No es sólo una cuestión del mercado español. Por ejemplo, en Austria, muy a menudo, por normativa, se tiene que construir siguiendo estos criterios. Conforme las exigencias de eficiencia energética y respeto al medio ambiente se hagan realidad, el empujón a la madera será mayor en el mercado, porque su impacto ambiental es infinitamente más bajo que el de otros materiales como el acero, el hormigón o el ladrillo.
Por último, ¿qué proyectos tiene a la vista KLH en España?
Este año hemos empezado pisando fuerte. Estamos ejecutando bastantes obras en viviendas y edificios públicos. Tengo la impresión de que, si bien el pasado año fue un buen año, esté será aún más dinámico. Veo buenas expectativas, siempre que la financiación y el sector de la construcción sigan adelante. Hay más interés, sin duda.