Reformada por última vez durante el período victoriano, esta iglesia catalogada como edificio de interés histórico-artístico necesitaba una nueva reforma que permitiera crear un edificio sostenible y multifuncional al que pudiera darse un uso comunitario acorde con las necesidades del siglo XXI. Communion Design, bajo la dirección de Alex Coppock, fue el estudio elegido para el diseño y la realización del proyecto. Algunos de los requisitos fueron la inclusión de un centro en el que proporcionar servicios infantiles, una biblioteca pública de préstamo y un espacio para eventos de la comunidad así como un lugar de culto para la celebración de los oficios de la Iglesia Anglicana.
Se instaló una caldera para pellets de madera, una cocina y un lavabo. También acceso mediante escaleras y ascensor al coro y a la galería de la primera planta. Con el fin de minimizar el impacto, todas las instalaciones se diseñaron de manera que quedaran alojadas en amplias y elegantes cajas de madera revestidas en roble blanco estadounidense de tal forma que, cuando se van a utilizar las instalaciones de su interior, las cajas se abren, produciendo una transformación casi instantánea del espacio, cuyos patrones del siglo XII dictados por el culto, se convierten en los determinados por unos usos modernos y contemporáneos. Finalizada la utilización de las cajas, estas se cierran y el espacio recupera su aspecto anterior sumido en un sacro silencio.
El revestimiento se construyó con tablones de roble blanco estadounidense de 20 mm de grosor y 100 mm de anchura y el resultado final ha tenido una muy buena acogida. «Optamos por el roble blanco estadounidense debido a la suavidad y rectitud de su fibra y a la sostenibilidad de la gestión forestal a largo plazo de la que son objeto los bosques estadounidenses. Utilizamos roble blanco para todo el revestimiento vertical y para los muebles a medida para almacenamiento diseñados por Communion y todo el mundo ha quedado muy satisfecho con los resultados», afirmó Alex Coppock.
Diseñado por Communion y financiado por la Iglesia de St. Peter’s, el Consejo Pastoral Parroquial de Peterchurch y el Consejo de Herefordshire, el Centro de St. Peter’s se ha convertido en un espacio realmente excepcional.