Egoin, empresa vasca especializada en la construcción en madera, ha puesto la primera viga de uno de los proyectos de urbanismo sostenible más ambiciosos de Europa: la construcción del edificio Impulso Verde, un inmueble municipal ubicado en Lugo que se caracteriza por su alta eficiencia energética y que constituye el germen del primer barrio bioclimático y ecosostenible de España.
Se trata de un equipamiento público de 677 Metros cuadrados de superficie construido íntegramente por la empresa vasca con soluciones de madera laminada y contralaminada (CLT) ‘KM 0’ procedente de la Mariña, en Lugo, bajo criterios de eficiencia energética y sostenibilidad. El inmueble se convertirá en el principal escaparate de una estrategia de transformación de la ciudad mucho más amplia enmarcada en el programa europeo LIFE Lugo + Biodinámico, impulsada por el Concello de Lugo y en la que participan como socios la Diputación de Lugo, la Universidad de Santiago de Compostela y la Universidad Politécnica de Madrid.
Esa estrategia contempla la creación de un barrio ecológico y eficiente compuesto por 1.200 viviendas, varios edificios públicos y un mercado, que tendrá como objetivo fomentar la economía circular y convertirse en un ejemplo de resiliencia urbana de cara a la rehabilitación de otras áreas europeas. El futuro barrio lucense se guiará por los principios de autosuficiencia energética, uso de energías renovables y generación de recursos propios.
CARÁCTER ICÓNICO
Desde el punto de vista estético, el primer edificio, Impulso Verde, tendrá un carácter icónico debido a su geometría irregular, que le otorga una notable singularidad desde el punto de vista de la ingeniería. A ello se le añaden los entramados de la fachada y los grid-shell o estructuras de rejilla de la cubierta, que “han obligado a extremar la precisión de los mecanizados de las piezas de madera para conseguir un encaje perfecto durante el montaje en la obra”, según explica Iker Irurtia, encargado del proyecto de Egoin.
El diseño del edificio persigue un objetivo muy definido: ofrecer la máxima eficiencia energética a través de la sostenibilidad y el uso de la madera estructural. Para ello, el inmueble ha quedado dividido en tres volúmenes que desempeñan un papel definido, siempre con la madera como principal protagonista: la zona norte cuenta con una franja vertical que acoge las comunicaciones, es decir las escaleras y el ascensor, y las áreas que no necesitan acondicionamiento térmico, como los aseos. Estas estancias ejercen un efecto de “colchón térmico” entre el exterior y las zonas interiores de estancia y trabajo.
La zona sur tiene como objetivo atemperar las temperaturas extremas que se registran durante los meses de verano e invierno mediante el llamado “doble muro cortina acristalado”. Durante los meses de invierno, la superficie exterior acristalada se encarga de atrapar la energía solar y de acumular calor, mientras que en verano la estructura proporciona un efecto de sombra que impide el sobrecalentamiento y facilita la ventilación cruzada. Por último, un jardín vertical situado entre las dos “pieles” de ese doble muro contribuye a mejorar la regulación de la temperatura.
La tercera zona es la que queda comprendida entre los dos espacios anteriores, y acoge los espacios dotacionales, de exposición y trabajo, que sí precisan acondicionamiento térmico. El resultado es que las áreas que requieren esta regulación de temperatura quedan protegidas por el “colchón térmico” de la zona norte y por la regulación térmica que se genera en la zona sur.
CONSTRUCCIÓN EN MADERA PARA LA EFICIENCIA ENERGÉTICA
El modelo constructivo utilizado en este edificio tendrá un retorno notable en forma de eficiencia energética. En concreto, Impulso Verde conseguirá ahorrar un 54% de la energía que consumen las nuevas construcciones que tienen tasas de eficiencia más exigentes, y un 74% si se compara con un edificio de oficinas convencional. Por último, la utilización de la madera reducirá en un 90% las emisiones de CO2 que se habrían producido si se hubiera optado por el hormigón y el acero como elementos constructivos, concretamente, 50 Tn frente a las 470 Tn de estos últimos.
El inmueble estará catalogado como edificio de consumo de energía casi nulo (nZEB), es decir, que consume prácticamente la misma energía que produce, y contará con la certificación “VERDE” emitida por Green Building Council España, la principal organización de edificación sostenible del país. Asimismo, el edificio dispondrá de la certificación de proyecto FSC, ya que la madera, además de autóctona de Galicia, estará certificada a través del Forest Stewardship Council, organismo que promueve un manejo ambientalmente adecuado, socialmente beneficioso y económicamente viable de los bosques del mundo, convirtiendo a Impulso Verde en el primer edificio en España con este certificado.
La construcción de este edificio, adjudicado a Egoin por 1,5 millones de euros, arrancó en noviembre de 2020 y está previsto que concluya a finales del presente 2021. En total, el edificio ha requerido la utilización de 270 m3 de madera CLT, 45 m3 de madera laminada de pino radiata y 7 m3 de madera laminada de eucalipto de procedencia gallega, que han permitido evitar la emisión a la atmósfera de 280 Tn de CO2.
El edificio Impulso Verde es un proyecto “de carácter estratégico para Egoin porque le ha permitido afrontar este reto en calidad de empresa constructora adjudicataria”, según explica Unai Gorroño, director comercial de Egoin.
Esta obra ha supuesto para la empresa vasca la oportunidad de abordar de forma integral todas las fases de construcción, desde “la clasificación de la madera, el tallado de los finger joint, el encolado de elementos estructurales y el mecanizado de la madera, hasta las tareas de ingeniería, diseño, logística y montaje”, concluye el director comercial de Egoin.
Para el Concello de Lugo, la estrategia Life Lugo+Biodinámico es uno de los ejes trasformadores de la ciudad a través de un impulsar un nuevo modelo de urbanismo sostenible en sus diversas escalas (edificios, calles, barrios y ciudad), que pueda, además, ser transferible a otras ciudades europeas de tamaño medio.
Este modelo de ciudad, según afirma su alcaldesa, Lara Méndez, busca reforzar Lugo para que “sea más resiliente frente a la emergencia climática, que afrontamos como una oportunidad también para impulsar barrios neutros en carbono y una nueva economía verde, vinculada a los recursos naturales locales, como la madera”.