El arquitecto del estudio sAtt, Iñaki Alonso, fue uno de los ponentes en el Fórum Internacional de Construcción con Madera, celebrado en el Palacio Baluarte de Pamplona, donde habló de la arquitectura regenerativa y los edificios biobasados. Ha querido aportar una visión más amplia de la arquitectura y de “cómo al final puede cambiar el modo de vida”. Durante su intervención, ha dejado claro que “se habla de descarbonización y en eso la madera tiene gran importancia”.
Una ponencia en la que recorrió algunos proyectos de rehabilitación y construcción realizados durante estos últimos 15 años en Madrid. Un ejemplo de ellos es Entrepatios, una comunidad de vecinos que reside desde 2020 en un edificio de viviendas cooperativas en régimen de derecho de uso en Madrid. Los altos estándares ambientales del edificio se combinan con una organización colectiva colaborativa y sensible a las diferencias que habitan el edificio. Su intensa vida como comunidad está conectada con el barrio, tratando de vivir en el presente lo que se desea para el futuro de las ciudades.
Este proyecto de cohousing responde a una filosofía de vida muy extendida en países como Uruguay, donde los futuros inquilinos diseñan junto con un estudio de arquitectura todos los aspectos relacionados con el espacio que habitarán a través de un proceso participativo.
“Cuando se construyó el edificio alguien nos dijo que era un sueño hecho realidad, pero ahora sabemos que aquí ocurren cosas mágicas en las que la realidad se convierte en sueño”, expresó. “Construir viviendas que respondan a los deseos de quienes luego las habitarán requiere la plena participación del vecindario en todas las fases del proyecto y de la gestión posterior de la vida comunitaria”.
Estos espacios de lo común son vistos como ámbitos para la regeneración de las relaciones personales, sociales e incluso ambientales y acercan definitivamente a la arquitectura a enfoques más sistémicos en los que otras disciplinas científicas llevan inmersas hace ya tiempo. “La arquitectura puede leerse como el reflejo construido del modelo de sociedad en la que surge y hoy tiene el potencial para facilitar nuevos estilos de vida basados en las relaciones y los cuidados”.
También habló de la Cooperativa Los Apisquillos, un proyecto agroecológico que pone el foco en cómo habitar un territorio de Sierra a través de un aprovechamiento sostenible y extensivo de pastos, leñas y huertas, que se articula desde una voluntad de recuperar y actualizar usos tradicionales.
Para reducir la huella ecológica del proyecto se hace un aprovechamiento extensivo de vastas extensiones, alrededor de 4000 Ha. Este aprovechamiento, mediante el ganado pequeño, caprino y ovino se refleja en el mantenimiento de la diversidad paisajística en la Sierra (prados, dehesas, bosques y praderas de montaña) y la realización de transhumancias y el mantenimiento de las cañadas como corredores ecológicos.
La vertiente social del proyecto radica en su dimensión colectiva y asamblearia como forma de gestionar, crear y consolidar unos recursos que permitan vivir y habitar ese territorio.