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La calidad sí importa

Láminas-membranas-cintas

Hasta hace bien poco, hablar de hermeticidad al aire en España era totalmente desconocido o anecdótico. Poco a poco, con la llegada de los edificios de consumo casi nulo, y más concretamente el Passivhaus, el concepto gana fuerza y no se entiende un edificio eficiente energeticamente sino se trata este aspecto. Ahora bien, ¿Cómo se esta afrontando?

FALTA CONOCIMIENTO Y CONCIENCIA DE LO QUE SE HACE

Muchos de los actores que actuan por primera vez en una construcción eficiente, ven la hermeticidad como algo sencillo, banal, que no tiene más concepto que el de poner un poco más de esto, o un poco más del otro. Algunos incluso creen que un edificio hermético “no respira”, lo cual ya es desconocimiento directo de lo que estamos hablando. Nada más lejos de la realidad.

La hermeticidad está “sujeta” al concepto del transporte de la humedad, y se debe de trabajar conjuntamente.

De este modo se debe de entender correctamente la importancia de esta relación, la consecuencia, y el coste que origina la mala elección o ejecución. Pero para llegar aquí, se necesita su tiempo. Es lo que llamaremos el proceso de aprendizaje. Y como todo aprendizaje, se puede hacer a varios ritmos y con diferentes costos.

 

FOTOS CEDIDAS POR EL EQUIPO I+D DEL LABORATORIO DE SIGA EN RUSWILL.

 

ABARATAR EN LA PARTIDA DE HERMETICIDAD ES UN RIESGO DE LOCOS

Por otra parte, la utilización de productos inadecuados o de baja calidad, suponen un riesgo muy elevado, de consecuencias económicas tremendas.

Utilizando cintas y láminas de hermeticidad baratas, podemos conseguir un buen resultado en el blowerdoor de final de obra, pero no tenemos garantías de que este reseultado se mantenga en el tiempo.

Todos somos conocedores que con una cinta de carrocero, podemos conseguir valores inmediatos buenos. Pero no son garantía de nada.

¿Qué ocurre si el cliente de nuestra vivienda nos realiza un ensayo de blowerdoor en 5 años y descubre que su hermeticidad a pasado de 0’6 a 2 renovaciones hora? O mejor aún, si lo descubrimos de nuestra propia casa.

La cantidad y la calidad del adhesivo utilizado en la producción de un buen elemento de hermeticidad es vital, pero es caro. Por este motivo, las marcas low cost, utilizan adhesivos que al contacto de la mano pueden resultar atractivos, pero distan mucho de lo que sería un adhesivo adecuado para la hermeticidad en la construcción.

Tan solo un laboratorio puede realizar los ensayos adecuados.

LAS LAMINAS

En pleno siglo XXI, aún seguimos buscando la pescadilla grande que pese poco. ¡Y no la hay! , se lo aseguro. Es sorprendente la busqueda por parte del profesional de láminas baratas, cada vez más baratas. Se compara la ficha técnica y el precio y ya está. Error!!! Por poner algunos ejemplos, esto es como comprar un coche mirando la velocidad máxima que marca el velocímetro y el precio del coche. Evidentemente, en este caso; como todos ya tenemos el proceso de aprendizaje aprendico y costeado, observaríamos otros aspectos a la hora de comparar los vehículos. Pues lo mismo pasa con las fichas técnicas de una lámina. Nadie da datos de la durabilidad del producto, ni tampoco del envejecimiento de la misma. He ahí, parte, no todo, de algunos matices.

A modo de ejemplo. Cuando vamos al supermercado y compramos pescado o ropa, al llegar a la caja nos dan una bolsa gratís. Por el contrario, para el resto de la compra tienes que pagar por la bolsita. ¡Las dos son herméticas, sí!, si pero cuando al llegar a casa, la gratuita se ha desintegrado en el viaje y no se puede reutilizar ni para bolsa de basura. Por el contrario, la que te costo 10 centimos, está claro que sí. Es decir, las dos dan un buen resultado (ficha técnica) en la caja registradora, pero no tienen la misma durabilidad, no se comportan igual en el tiempo.

LA DIFERENCIA DE PRECIO ES RIDICULA

La partida de hermeticidad es la más economica de un edificio. En una vivienda unifamiliar puede estar entorno a los 3000€ y aproximadamente a 1000€ en pisos de nueva construcción; que con respecto al valor de la vivienda es una cantidad ridícula. Es cierto que podemos encontrar marcas en el mercado que aparentemente consiguen lo mismo por 1000€ menos. ¿Pero estamos hablando de lo mismo? ¿Cómo se comportarán en el tiempo? ¿Merece la pena este riesgo?

 

Podemos hacer el mismo edificio por 3000 o por 2000 €. Pero evidentemente, nadie da duros a cuatro pesetas. Cuando uno realiza este cambio de material debería cuantificar el riesgo que esta corriendo si esta le da un problema al paso del tiempo. Bien por condensaciones intersticiales, o por hermeticidad.

Pero como todo comienzo, tiene sus imperfecciones y su proceso de aprendizaje. Podemos cometer los mismos errores que cometieron los que empezaron con esto hace 25 años, y aprender lentamente de forma costosa; o bien, podemos formarnos de aquellos que nos llevan ventaja. Cada uno de nosotros elige su camino.

Koldo Monreal, gerente de onhaus