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La primera residencia de ancianos Passivhaus de España es finalista en los Premios FAD 2020

Con estructura y envolvente realizadas por ARQUIMA.

La primera residencia de ancianos Passivhaus de España, con estructura y envolvente realizadas por ARQUIMA, la empresa líder en construcción pasiva industrializada, es finalista en los Premios FAD de Arquitectura e Interiorismo 2020.

Los Premios FAD de Arquitectura e interiorismo son los más longevos y reconocidos en España y Portugal y están concedidos por la Asociación ArquinFAD del Fomento de las Artes y del Diseño (FAD). Se dividen en tres categorías Arquitectura e Interiorismo, Internacional y Pensamiento y Crítica.

La lista de finalistas de la 62ª edición de los Premios FAD 2020, a la que se han presentado un total de 597 obras, deja claro que la eficiencia y el ingenio han sido los ítems más valorados por el jurado.

El regreso a lo simple y esencial, provocado por la crisis del Covid-19, ha quedado de manifiesto en la selección de proyectos finalistas: los espacios resolutivos, la eficiencia energética o la optimización de recursos son algunos de los valores que comparten los proyectos finalistas.

Obras con una clara formalización del espacio, concebidas desde el diálogo con la naturaleza. Obras con un uso mínimo de materiales y recuperan lo auténtico, lo esencial, lo genuino. Los nominados se distinguen por la integración de sus obras en el contexto social, por la austeridad constructiva y por un impacto ambiental mínimo.

La edificación, en la que colaboró ARQUIMA y que opta al Premio en la Categoría de Arquitectura, es la primera residencia de ancianos Passivhaus de España y una de las quince primeras certificadas de Europa. Un proyecto diseñado por el estudio madrileño CSO Arquitectura.

El edificio, ubicado en Camarzana de Tera (Zamora), cuenta con una superficie total construida de casi 800 m2 en una sola planta con capacidad para 16 residentes.

Con el objetivo de conseguir la mínima huella ecológica para su construcción, ARQUIMA prefabricó el edificio en su fábrica de Barcelona y lo trasladó a Zamora para su montaje, que duró apenas siete días.

La residencia, operativa desde el verano pasado, obtuvo la certificación Passivhaus Classic ya que cumple todos los requisitos exigidos por este estándar de construcción, uno de los más completos y exigentes del mundo en edificación de consumo casi nulo: una demanda de energía para calefacción y refrigeración menor o igual a 15kWh/m² al año; una demanda de energía primaria menor o igual a 120kWh/m² al año; y la práctica ausencia de infiltraciones de aire en el interior de la vivienda o edificio (menor o igual a 0,6 renovaciones por hora a 50 pascales).

El jurado anunciará los ganadores entre finales de julio y principios de agosto, en función de las circunstancias del desconfinamiento.