El grupo de investigación IDIE (Investigación y Desarrollo en Ingeniería de Edificación) de la ETS de Ingeniería de Edificación de la Universidad de Granada (UGR), dirigido por el profesor Antolino Gallego, ha desarrollado y ensayado exitosamente LVL (Laminated Veneer Lumber) de uso estructural hecho de madera de chopo. La investigación se ha desarrollado dentro del proyecto de investigación COMPOP_Timber del programa Retos de la Sociedad del Ministerio de Ciencia e Innovación, en colaboración con el laboratorio LaBoMaP (Laboratoire Bourguignon des Matériaux et Procédés) de la Universidad francesa Arts et Métiers.
La madera microlaminada o LVL es madera técnica compuesta de varias capas de chapa extraída del desenrollo del tronco, todas ellas orientadas en la misma dirección (a diferencia de los tableros contrachapados, en los que se entrelazan chapas a 0 y 90°), y encoladas entre sí con un adhesivo y mediante presión y calor. Por lo general el LVL se comercializa en forma de vigas o paneles estructurales, siendo su uso generalizado en Norte América y Finlandia.
En el trabajo realizado se ha usado el clon I-214, el más común en España, Francia e Italia, por su rápido crecimiento y mayores diámetros, aunque caracterizado por su bajo módulo de elasticidad comparado con otros clones como el MC, Raspalje, Unal, Beaupré y Luisa Avanzo, también usados en nuestro país.
Más concretamente, en este trabajo, partiendo de madera de chopo con un módulo de elasticidad medio de 7450 MPa, se ha obtenido LVL con módulo de 8900 MPa en configuración plana y 8600 MPa en configuración de canto, lo que supone una ganancia entre del 20% y del 15% respectivamente.
Igualmente en el trabajo se ha elaborado LVL reforzado internamente con tejidos de fibra de carbono y basalto, para así aumentar su módulo de elasticidad en aplicaciones de mayor compromiso. Como ejemplo, el LVL combinado de chopo y tejido de carbono unidireccional de carbono proporciona un módulo de entre un 20 y un 50% más que el LVL homogéneo de chopo, y una tensión máxima a flexión entre un 10 y un 25% mayor.
Estos productos, derivados de una industria del desenrollo bien asentada en nuestro país, ofrecen nuevas posibilidades para un sector, el del chopo, que aporta numerosas ventajas para el desarrollo de una bioeconomía local sostenible portadora de infinidad de beneficios ambientales (alta tasa de absorción de carbono, filtrado de aguas residuales y con nitratos y fosfatos, mejora de la calidad del aire, contención de avenidas en zonas de ribera, aumento de la biodiversidad animal, mejora de la polinización en cultivos colindantes, etc.).
El trabajo también demuestra cómo es posible poner en valor la madera de chopo (incluso el clon de menores propiedades mécanicas), tradicionalmente sometida al mantra de sus bajas propiedades mecánicas, para uso estructural, sin más que incorporar el conocimiento y la tecnología en el uso de madera técnica.
Todo ello contribuirá a una industrial de mayor valor añadido y sostenibilidad en el tiempo, mejores empleos verdes y un mayor plazo de secuestro de carbono en productos derivados, habida cuenta de la larga duración en uso de los productos estructurales en comparación con otros productos clásicamente derivados del chopo (muebles, medios de transporte, cajas de fruta, pallets, etc.).