En las Jornadas de Aulamadera 2020, promovidas por el Grupo Operativo Madera Construcción Sostenible, Clara Ulargui y Luis Javier Aguilar, del estudio de arquitectura Positive Livings, dejaron clara la idea de que “las casas son seres vivos y cada una de ellas es diferente”.
Se trata de un estudio comprometido con la sostenibilidad mediante el diseño, y la construcción de edificios de consumo casi nulo. Durante su ponencia, bajo el título «Edificios como seres vivos», hablaron de su proyecto EB10, una vivienda unifamiliar construida en una parcela de 2.500 metros cuadrados en una urbanización de Las Rozas (Madrid).
Para la construcción de la vivienda se eligió el sistema estructural realizado con muros de carga en CLT por varios motivos. El principal, por ser un material sostenible, además con un espesor menor, el CLT junto con los paneles de SATE al exterior garantizaba los niveles exigidos para su certificación Passivhaus. Por otro lado, la rapidez de montaje (toda la vivienda se montó en apenas dos semanas) esto aseguraba entrar en los plazos marcados por la propiedad.
“Elegimos la madera para la construcción porque es un material sostenible. Venía de Austria, por lo que convenía dejarlo reposar unos días, ya que es un material vivo y debe aclimatarse al terreno donde se va a montar”, explicó Clara Ulargui. “Se trata de una madera certificada, algo que es muy importante”, añadió.
La posición de la vivienda dentro de la parcela vino determinada por la orientación de la misma. Para conseguir unos altos niveles de eficiencia energética, la vivienda debía situarse en la parte posterior de la parcela con el fin de orientar las zonas vivideras a sur.
La vivienda se comporta como un monolito dentro de la parcela. La posición, dominante la hace destacar sobresaliendo por encima de las encinas existentes. Al exterior, acabado en monocapa aplicado sobre un aislamiento térmico de casi 20 cm. Al interior madera CLT vista con mínimas partes trasdosadas en pladur para facilitar las instalaciones.
AHORROS EN EL DÍA A DÍA DE UN ARQUITECTO
Estos dos arquitectos reconocieron durante su ponencia que la elección de la madera para la construcción produce “grandes ahorros” en el día a día de un arquitecto. “Al tratarse de un sistema pre industrializado, que llega ya para el montaje, se tienen que tomar todas las decisiones antes de empezar con el proyecto de construcción”, afirmó Ulargi. “Creas un equipo multidisciplinar ya en la fase del diseño. Todos formamos parte del proyecto desde el principio, por lo que la obra gana en seriedad”, añadió Luis Javier Aguilar.
Todo eso hace que el proceso de diseño se acorte. “Ese ahorro de tiempo es muy importante. Al llegar los tableros de CLT ya se inicia el montaje y todo queda listo en pocas semanas”, concluyeron.