En una jornada técnica organizada por AEIM -Asociación Española del Comercio e Industria de la Madera-, FEIM -Federación Española de Industrias de la Madera- y FEPM -Federación Española del Pavimento de Madera-, los dos ponentes han impartido sendas conferencias magistrales sobre productos técnicos de madera para la construcción y protección preventiva de la madera estructural respectivamente.
Productos técnicos de madera para la construcción»
La industria de la madera ha generado y genera productos innovadores, de calidad contrastada por organismos supranacionales; todos ellos compatibles con la normativa española vigente para la construcción. «Para cada aplicación existe un producto técnico de madera adecuado -ha comentado Juan Ignacio Fernández-Golfín-. Cada solución presenta una durabilidad natural, requiere un diseño correcto y en ocasiones precisa de una protección química añadida, según vaya a ser su aplicación en la obra».
La madera aserrada sigue estando muy presente en el mercado. Clasificada estructuralmente, es normal hallarla en los almacenes con largos de hasta 9 metros. Ideal para entramados, cubiertas o forjados, entre otros elementos constructivos, sólo es preciso saber la clase de resistencia que se le va a exigir. Existen especies y calidades para cualquier necesidad.
A partir de este material básico, el mercado nos ofrece infinitas y variadas posibilidades. La madera termotratada, menos sensible a la humedad ambiente, es más estable y resiste muy bien el ataque de los hongos. Es una solución interesante para el mobiliario de exterior, decking, contraventanas o fachadas ventiladas.
Los perfiles laminados (madera empalmada longitudinalmente) ofrecen al prescriptor un material homogéneo y de largos a la carta. Dúos, tríos y tetras se basan en el encolado transversal de listones de madera maciza. La madera laminada encolada, majestuosa, garantiza flexibilidad, enormes longitudes e infinidad de formas.
Entre los tableros laminados, el macizo multicapas se ha consolidado en el segmento del encofrado, y los contralaminados avanzan imparables en el mercado para fabricar muros de carga, forjados e incluso casas enteras de madera.
De la chapa de madera derivan los perfiles microlaminados; ideales para el refuerzo estructural en rehabilitaciones, por su extraordinaria resistencia. Tableros microlaminados y contrachapados destacan por su resistencia mecánica y ligereza.
Derivados de la madera maciza son los perfiles aglomerados, tableros OSB y estructurales de partículas (de enorme variedad), así como los paneles de madera-cemento (cada vez más usados para la corrección y aislamiento acústico) y tableros estructurales de fibras.
«Elegir correctamente la madera según las clases de uso y de servicio que va a tener en el proyecto es la clave para el éxito del mismo -afirmó rotundo Fernández-Golfín-.»
La industria provee al constructor de productos mixtos muy interesantes: viguetas de madera-vidrio o madera-metal, cerchas prefabricadas, paneles sándwich, casetones o tableros atamborados o aligerados, entre otros. Es posible profundizar en el conocimiento acerca de todos estos materiales en www.construirconmadera.org.
Complementan a la familia de productos técnicos de madera los composites (madera-plástico), herrajes para uniones, uniones técnicas madera-madera (a la usanza de la carpintería tradicional), prefabricados diversos y numerosísimos elementos de carpintería técnica, en los campos del suelo, la puerta, la ventana, etc.
La protección preventiva de la madera estructural
«La elección proyectual, con un inapropiado uso o fin de la madera, pretendiendo que esta se comporte como otros materiales de construcción de naturaleza inorgánica, es un grave error -sentenció Eugenio Perea, Presidente del proyecto Construir con Madera-.»
Mediante un caso práctico y numerosos ejemplos reales, Perea explicó a su auditorio las diferentes clases de servicio (según el CTE) y de uso (Norma UNE EN 335-1 y 2) que puede tener la madera en la obra. «Las primeras marcan el cálculo o dimensionamiento que habrá de tener el material -apuntó-, las clases de uso se refieren a las circunstancias en que se instalará y funcionará la madera».
A juicio de Eugenio Perea, lo deseable es emplear la madera hasta la clase de uso 3. A partir de aquí entramos en los necesarios tratamientos por impregnación, penetración y retención de productos químicos. Partidario de la protección pasiva o constructiva (mediante refuerzos que refuerzan la durabilidad natural) antes que del tratamiento químico, el ponente. «Disfrutemos de la madera, no la suframos -concluyó-.»