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ASOMA participa en la 8ª jornada técnica de la Plataforma de Edificación Passivhaus

José Palacios, gerente de la Asociación Española de Fabricantes de Ventanas de Madera y Mixtas Madera-Aluminio (ASOMA), fue uno de los ponentes en la jornada técnica que PEP dedicó específicamente a las “Ventanas en el Estándar Passivhaus”.

El evento tuvo lugar el pasado 11 de diciembre, el la sede del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de A Coruña, en Santiago de Compostela.

 

José Palacios comenzó su ponencia presentando a su auditorio a ASOMA, la Asociación Española de Fabricantes de Ventanas de Madera y Mixtas Madera-Aluminio, como organización que fomenta la prescripción de esta tipología de cerramientos tanto en obra nueva como en rehabilitación, a través de jornadas divulgativas, formación, asesoramiento directo, promoción en ferias y publicaciones; profundizando en aspectos actuales de la edificación como el CTE, el Marcado CE, la correcta instalación y el mantenimiento de las ventanas, etc.

 

Contacto con la Plataforma PEP

 

Es así, en su actividad constante a lo largo y ancho de España (ASOMA ha celebrado eventos en Barcelona, Valencia, Madrid, Sevilla, Granada, Bilbao, San Sebastián, Palma de Mallorca, Manacor y Zaragoza), como la Asociación contacta con la Plataforma de Edificación Passivhaus; «una organización cuyo sistema de trabajo es similar al nuestro -afirma José Palacios-, y cuyos objetivos convergen en el deseo de que se construya cada día mejor en nuestro país».
Hoy ASOMA es socio colaborador de la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP).

Interacción entre la ventana de madera y el Estándar Passivhaus

 

Obviamente, al formar parte de su envolvente, una ventana de madera influye positivamente en el ahorro de energía en la edificación, ya que se trata de un material con baja transmitancia térmica. Por ello, la calidad de su marco cobra especial importancia, porque la madera es un aislante natural óptimo. «El marco supone entre el 25 y el 35 por ciento de la superficie del hueco -afirmó José Palacios en su ponencia-. Si incorporamos a la ventana vidrios triples, bajo emisivos y con gas noble en cámaras, se alcanzará con garantías una solución Passivhaus (valor U entre 0,7 y 0,83 W/ m2K). Y se puede llegar a obtener valores iguales o inferiores a 0,5 W/ m2K mediante la intrusión de poliuretano entre perfiles, el incremento de espesor del perfil, la utilización de perfiles perforados longitudinalmente (Airotherm) o la perfilería mixta».

 

Otro de los aspectos que recoge el estándar Passivhaus es la disminución de emisiones de CO2; entendida como la reducción de consumo de energía primaria para calefacción y refrigeración. La ventana de madera contribuye notablemente a ese ahorro energético pero, además, presenta un balance muy positivo de emisiones de gases con efecto invernadero si se analiza el ciclo de vida del producto; todo ello sin obviar que 1 metro cúbico de madera alberga, de por sí, una tonelada de CO2.

 

«ASOMA se propone potenciar posibles sinergias con la Plataforma de Edificación Passivhaus con la nueva Declaración Ambiental de Producto y la Calificación Energética de un Edificio», apuntó José Palacios.

 

Una ventana de madera, en general, favorece todos los demás criterios del estándar PassivHaus, como son las condiciones óptimas de salubridad, mejoras en el confort interior, mayor valor añadido del producto final y ahorro económico en la vida útil de la edificación.

 

Una correcta instalación

 

«No existe un buen cerramiento sin una buena instalación», remarcó en su conferencia José Palacios. Y señaló los puntos clave para una correcta instalación «pasiva»:

 

1.- Estanqueidad al agua.

2.- Aislamiento térmico y acústico elevado.

3.- Hermeticidad al aire (barrera de vapor de agua).

 

«Los elementos utilizados en la fabricación y la instalación de la ventana han de asegurar estos puntos clave -concluyó-, de cara a asegurar la estanqueidad de la envolvente».

 

El gerente de ASOMA explicó algunos sistemas de instalación apropiados para cumplir el estándar Passivhaus. Ya sea con premarco, a tope (sin premarco entre muro y marco, con parte del perfil unido al muro) o a túnel (sin premarco entre muro y marco, con todo el perfil descansando sobre las fijaciones o espuma).

 

Un caso real

 

Para concluir, el gerente de la Asociación Española de Fabricantes de Ventanas de Madera y Mixtas Madera-Aluminio puso a sus oyentes en la 8ª Jornada Técnica Passivhaus, un ejemplo de vivienda certificada PassivHaus con cerramientos de madera-aluminio. Se trata de tres viviendas unifamiliares, construidas recientemente, de 173 m2 construidos, un exitoso resultado en el test de presión: 0,21 h-1 (0,6 h-1 exigidos), demanda de calefacción anual de 12 kWh/(m2a) y demanda total de energía primaria de 67 kWh/(m2a).

 

Los cerramientos son de madera-aluminio (marco de 84 mm. + 15 mm. de perfil de aluminio y hoja de 91 mm. de madera + 15 mm. de perfil de aluminio), y registran una transmitancia térmica Uw= 0,84 W/m2K. E incorporan vidrio triple (doble cámara) con gas argón al 90%.

 

Estos fueron los resultados del test Blower Door, que documenta la hermeticidad en la construcción de edificios, estima el ratio de infiltraciones naturales y mide y documenta la efectividad de los sellantes y aislantes en las viviendas:

 

• Vivienda nº 3: 0,14h-1 (depresión 0,14; sobrepresión 0,13)

• Vivienda nº 2: 0,23h-1 (depresión 0,16; sobrepresión 0,30)

• Vivienda nº 1: 0,21h-1 (depresión 0,14; sobrepresión 0,27)