FORJATER fabricará lamas de parquet de gran formato

Ha invertido 3 millones de euros en su planta de Torrelavega.

 

Fiel a su vocación innovadora, la empresa cántabra FORJATER se ha preparado para fabricar parquet de gran formato. Hace dos años que esta empresa de Torrelavega venía estudiando la posibilidad de realizar este complejo producto; lamas únicas en largos de hasta 7 metros y anchura de tabla de hasta 60 centímetros.

 

«La evolución del parquet flotante en los últimos 15 años ha sido brutal, a nivel de la tecnología y materiales para su fabricación y también de sistemas de producción e instalación -afirma Faustino García-Moncó, gerente de FORJATER-. Los gustos han cambiado y hoy el consumidor prefiere un formato mayor en las lamas de su suelo de madera».

 

En un momento crítico del mercado del pavimento de madera en España, esta empresa de Torrelavega ha buscado su oportunidad y se ha posicionado en un nicho de mercado, mediante una inversión de 3 millones de euros, aportados casi en su totalidad por la familia García-Moncó.

 

Aunque existía la posibilidad de importarlo, FORJATER ha optado por adquirir la maquinaria necesaria y fabricar este innovador producto. «Casi todo lo que comercializamos lo fabricamos nosotros mismos -explica García-Moncó-. Actualmente es muy difícil ser competitivos, así que hemos dado el paso al tener claro que seremos capaces de fabricar parquet de gran formato mediante un moderno proceso industrial, flexible y capaz a la vez, que nos permita ofertar numerosas familias de producto y, además, servir a nuestro cliente con diligencia».

 

Alta tecnología

 

De la mano de MAESMA -Maquinaria Especial para la Madera, S.L.-, asesor tecnológico en este proyecto, FORJATER dio el salto y ya tiene a punto tres magníficas líneas para optimizar, preparar la madera y prensar; barnizar, tintar o aceitar y, finalmente, embalar y empaquetar el parquet en diferentes medidas.

 

«Manejaremos piezas de cuatro metros como mínimo en automático, utilizaremos un sistema propio de contrabalanceo ‘en esencia’ de la capa intermedia y machihembraremos con potentes perfiladoras en lateral y testa -explica el gerente de la firma cántabra-; es un proyecto espectacular. Prácticamente todas las máquinas son nuevas, firmadas por líderes como Raimann, Celaschi, Bacci, Viet o Barberán, entre otras; se ha estudiado y probado al detalle los flujos de material. Sin olvidar que incrementamos nuestra capacidad de producción, la esencia de esta instalación es la versatilidad -afirma contundente-. La fábrica se irá adaptando a lo que el mercado vaya pidiendo. Por muchos años, seremos capaces de fabricar los formatos y composiciones de parquet que demande el cliente.»

 

Máquinas robustas y precisas para prensar, mecanizar y machihembrar, automatismos rápidos y cuidadosos con las piezas, aceites y barnices más resistentes a la abrasión y el desgaste y una amplia gama de acabados. Estas son las credenciales de la nueva fábrica de tarimas de FORJATER en Torrelavega.

 

Pioneros en la fabricación de tarima flotante

 

FORJATER, S.A. es una empresa familiar que se constituyó en 1965, dedicándose a la fabricación de materiales de construcción, tales como forjados, terrazos, ferrallas, bloques de hormigón y tarimas flotantes.

 

FORJATER inicia su andadura en la fabricación de pavimentos de madera en el año 1975, elaborando el llamado parquet hidráulico (una superficie de madera sobre superficie de hormigón). Posteriormente, ya en el año 1984, reconvierte esta línea de producción para comenzar a fabricar tarima flotante, inicialmente en formato loseta de 30 x 30 cm y posteriormente en el formato de 2070 x 195 mm. Esta prestigiosa firma cántabra, que emplea a casi un centenar de personas de la comarca de Torrelavega, fabrica tarimas flotantes con maderas de primera calidad (roble, haya, jatoba, rainbow…), por el sistema de «contraplacado», esto es, sus tres capas de madera van superpuestas y unidas en sentido contrario a sus vetas, lo que confiere a este tipo de pavimento una estabilidad óptima.

 

Hoy FORJATER quiere, una vez más, diferenciarse en el mercado con un producto especial, fabricado mediante un proceso industrial. Dirigido principalmente al prescriptor, a quien se servirá un pavimento «a la carta», y orientado básicamente a obras singulares, el canal natural de comercialización de este parquet no es el del parquet y la tarima estándar de madera.

 

«Teníamos claro lo que queríamos hacer, hemos buscado la mejor tecnología que existe en el mercado y hemos rozado la autofinanciación -concluye Faustino García-Moncó-. Irrumpimos en este nuevo mercado con una ventaja competitiva notable».