ILVA organizó para prescriptores e industriales en SICI -Salón Internacional de la Cocina Integral- una conferencia en la que debatieron acerca del futuro del sector el empresario Paolo Boffi, el cocinero Darío Barrio y el diseñador Joan Lao, entre otras personalidades.
La cocina es un espacio para cocinar, pero también para vivir, donde la tecnología incrementa progresivamente su presencia y protagonismo, y donde se requiere un diseño cómodo, ergonómico y seguro para nuestra salud. En efecto, la cocina es el segmento del mueble más industrial. Su acabado requiere cada vez mayores inversiones y mejores prestaciones técnicas. De hecho, esta tipología de mobiliario está sujeta a una rigurosa normativa que controla la resistencia al manchado, solidez ante la luz, determinación del brillo, capacidad de adherencia y resistencia al calor y al vapor de agua, entre otras cualidades. Además, ahora le exigimos que respete al medio ambiente y que preserve la salud del consumidor, sin menoscabo de su estética y funcionalidad.
La madera, protagonista en la cocina del futuro
Según se pudo apreciar en la pasada edición de Eurocucina (Milán, abril de 2010), es un hecho la mayor utilización de la madera en los muebles de cocina, con más relieve en las texturas (domina la sensación de que no hay barniz sobre la superficie), maderas arañadas (a contra veta, con aspecto rústico) y con un material estelar: el roble termotratado, (imitando a diversas maderas preciosas).
A los 227 asistentes a la conferencia sobre la actualidad y el futuro del mueble de cocina se les entregó la «ILVA Kitchen Box»; un muestrario de acabados de máxima calidad afines a las citadas tendencias, que cumplen la normativa vigente y respetan el medio ambiente, introduciendo de lleno en la industria los conceptos de salud y naturaleza.
La búsqueda de la excelencia
«Incluso quien posee un menor poder adquisitivo demanda una cocina de más calidad, por lo que debemos reducir costes superfluos -añadió en el coloquio Alfredo Sandoval-. La cocina es un taller, pero no debemos obviar su carácter emocional. No puede ser aséptica; precisamente la madera es el material que puede aportarle valor natural».
«La cocina tiene que ser práctica, limpia, sin recovecos; quiero que haya un diseño -afirmó tajante el cocinero Darío Barrio-, con buenos acabados y terminaciones. Ha de ser cómoda, ergonómica, saludable… que no dé pereza utilizarla porque después hay que limpiarla. La cocina del futuro se debe basar en la calidad, porque nos tiene que dar la felicidad».