El por qué del proyecto puesto en marcha por Cofearfe, Federación de Fabricantes Españoles de Artículos de Ferretería y Bricolaje, se basa en la detección de la necesidad de que la industria se integre en el entorno digital. Ante la situación actual ocasionada por la pandemia, la imposibilidad de desplazamientos, la nueva normalidad en cuanto a forma de trabajo y el ambiente tecnológico en el que nos hemos adentrado, ha hecho que la digitalización cobre más protagonismo.
Se ha demostrado que, gracias a la digitalización, las empresas mejoran y encuentran soluciones digitales a procesos manuales, que les permite: enriquecer la relación con el cliente, aumentar la productividad y también mejorar el control sobre las infraestructuras, asimismo, multiplica la visibilidad de la empresa y los canales de venta, y, por último, fomenta la innovación. Por ello, se plantea un proyecto en el que se detecten los retos y necesidades de digitalización de algunos de los sectores más representativos, alineando los recursos disponibles y los objetivos empresariales.
El plan se ha puesto en marcha con el objetivo de ayudar a las empresas asociadas en el diagnóstico y creación de una estrategia adecuada para afrontar con éxito el proceso de transformación digital en su organización.
El trabajo de consultoría lo llevará a cabo una empresa consultora especializada. Dedicada a la evolución de las marcas en el entorno digital, será la encargada de enviar a las empresas que estén interesadas, un formulario inicial para conocer la tipología y estructura de empresa, además de cómo tiene almacenada su información. Les proporcionará el ‘Road Map’ o informe de pasos a seguir aconsejables que debería implantar para ir evolucionando según sus características, capacidades técnicas, humanas y económicas.
En la asociación sólo reciben información global de los resultados, ya que los datos que transmita el fabricante cumplirán los niveles máximos de protección de datos y confidencialidad con la empresa consultora.
DIGITALIZARSE YA NO ES UNA OPCIÓN
La digitalización ya no es una opción, es una obligación. El consumidor siempre ha sido exigente; la diferencia es que hoy en día tiene mucha más información que antes. Las redes sociales están literalmente en la palma de la mano y encontrar una alternativa es cuestión de segundos.
La velocidad en la que se hacen los negocios ha cambiado. Procesos que tardaban una semana, se hacen hoy en día en cuestión de minutos. Hay que estar muy bien informado y muy expectante a los cambios que hay en el mercado de nuevas herramientas.
En este sentido, COFEARFE ha subrayado, además de la digitalización, la importancia de la internacionalización, para superar la crisis sanitaria y ha recordado programas para facilitar la exportación de las empresas como SICOMEX; una iniciativa de acceso rápido a mercados internacionales en crecimiento, sin necesidad de una infraestructura comercial en la zona, gracias a los más de 65 delegados comerciales de COFEARFE en el mercado internacional. Todo esto ligado a un entorno digital, con el programa “Innova y Digitaliza.”
DIGITALIZACIÓN EN TIEMPOS DE COVID-19
Ahora existe un tema recurrente: la situación financiera. Es una época en donde la caja manda y hay que hacer una buena predicción. Ya no es válido plantear un único escenario que más o menos se acerque a la realidad, sino que hay que hacer un segundo y un tercero también. Algunas pequeñas empresas han crecido en los últimos meses. Sobre todo, aquellos modelos de negocio que tenían soluciones digitales desde antes han podido sobrellevar esta temporada.
La digitalización de las empresas, en especial de las Pymes, es un requisito indispensable para la transformación digital, pero debe ir acompañado de un cambio de mentalidad para acercarse a un nuevo consumidor y a las oportunidades de un nuevo modelo de mercado. Se ha convertido en un objetivo prioritario, y de ello se han concienciado las instituciones y administraciones. La sociedad y la economía digital ya forman parte de nuestra vida diaria.
LOS EXPERTOS LO CORROBORAN
“La digitalización es un proceso que ya no tiene vuelta atrás. Ahora ha llegado el momento de dotar una parte relevante del presupuesto a investigar e innovar. Como todo en la vida, vamos a tener éxito, vamos a cometer errores, pero hay que levantarse y volver a darse golpes si es necesario. Hagamos una comparación con la revolución industrial: esta parecía que iba a traer el caos y destrucción de empleo masivo, pero terminó impulsando la economía como ningún otro movimiento en la historia. Ahora es el momento de otra revolución que ha venido para quedarse”.
