Borja Armillano tiene 47 años y viene del mundo financiero. Estudió Ciencias Empresariales y se licenció en 1999. Desde esa fecha ha trabajado en temas de auditoría financiera y ha estado vinculado a diversos negocios; en unos como socio o bien integrado en equipos directivos, hasta que se desvinculó del mundo de la auditoría para entrar en un negocio de una carpintería que afrontaba un relevo generacional: ZUHAIZKI.
ZUHAIZKI Carpintería está integrada en ASOMA, la Asociación Española de Fabricantes de Ventanas de Madera y Mixtas Madera-Aluminio. Asisten desde el primer día a sus asambleas y reuniones de junta directiva y, desde finales de 2023, Borja Armillano es presidente de la Asociación.
¿Qué ha significado y qué representa para ZUHAIZKI pertenecer a ASOMA?
Desde que nos sumamos al proyecto de ASOMA, decidimos desempeñar una participación activa. Pertenecer a esta asociación representa trabajar en la defensa de un interés general que, en este caso, es la promoción de los cerramientos de madera y la divulgación de sus importantes ventajas en la obra nueva y en la rehabilitación modernas.
Venimos de donde venimos… La imagen de la ventana de madera no era la ideal hace unas décadas. Pero hoy, quienes pertenecemos a ASOMA, defendemos la ventana de madera de calidad, y ese es nuestro camino y el principal objetivo.
Desde ZUHAIZKI tienen unos valores que pueden sumar en su proyecto asociativo. Trabajan absolutamente todo con madera. No solo las ventanas sino otros muchos elementos como la escalera y, además, cuentan con la experiencia que supone afrontar una renovación por jubilación…
En efecto. En su momento, supuso apostar por nuevos valores, más modernos y un reto por todo lo que significa la transparencia y nuevas formas de gestión. En todo caso, fue un reto complejo, pero bonito para nosotros.
ZUHAIZKI es una carpintería especializada en la fabricación de ventanas y escaleras de madera. Dirigían el negocio cuatro socios propietarios que afrontaban simultáneamente el proceso de su jubilación, planteándose vender sus acciones.
Yo entré inicialmente como colaborador, y junto con otros dos compañeros que llegaron en aquel momento para realizar labores técnicas y de gerencia interina, respectivamente, percibimos que nos gustaba el trabajo que hacíamos. A raíz de eso se produjo la compra-venta de acciones y nos convertimos en socios de ZUHAIZKI Carpintería.
¿Qué prioridades considera Vd. que se deberían acometer en el sector de la fabricación de las ventanas de madera?
Principalmente la defensa de una ventana de madera de calidad. La ventana de hoy no se parece en nada a la que se hacía años atrás. Si no apostamos por una fabricación de calidad, caeríamos en el error de dar al traste con todo lo que hemos construido y logrado una serie de fabricantes que creemos en la ventana bien fabricada y bien instalada.
¿Va la ventana de madera de la mano de la eficiencia energética?
Exacto. Y también del confort, de la salud, de la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente … La ventana de madera atesora una serie de prestaciones muy importantes y contrastadas, en línea con las políticas que se promueven desde Europa para contribuir a reducir las emisiones de carbono y aumentar la eficiencia energética en la edificación y la rehabilitación. ASOMA abandera todas las bondades de la madera técnica, en combinación con los mejores herrajes, vidrio y recubrimientos, hasta alcanzar productos de altísimas prestaciones, que van a estar en la construcción del futuro.
¿Cómo animaría a otros fabricantes del sector a que conozcan lo que se está haciendo desde ASOMA?
Les diría principalmente que los fabricantes de ventanas de madera debemos estar unidos, para promover el cerramiento de madera y divulgar ante prescriptores y clientes finales sus grandes ventajas, para vigilar y denunciar a quienes operan en el mercado sin cumplir los requisitos legales y de calidad, y porque con el empuje de todos lo podemos hacer aún mejor, más fácil, y antes conseguiremos nuestros objetivos.
