Doce años de trayectoria en el mundo de la carpintería han conducido a Jon Ander Fernández a crear su propia empresa: IPAREXTE Carpintería Ebanistería, S.L.
Desde los 24 años viene realizando trabajos en taller y como montador, hasta que finalmente se quedó con el negocio de su socio, cuando éste se jubiló. A partir de una pequeña cartera de clientes, el trabajo, la ilusión y la capacidad de emprendimiento de Jon Ander le conducen sin duda a ser una carpintería importante en Vizcaya. Excepto ventanas y escaleras, por el momento, IPARETXE realiza todo tipo de trabajos de carpintería y ebanistería, en madera maciza o en melamina, a requerimiento del cliente. Tras diez años en su actual emplazamiento en la calle Gazteluondo, en Bilbao, este joven emprendedor aspira a trasladar su empresa a un pabellón más grande, donde trabajar con más espacio y comodidad.
DE LA MANO DE MAESMA
IPARETXE cumple ahora diez años, y en su desarrollo ha sido clave el asesoramiento de ACEVI -Asociación de Carpinteros de Vizcaya-, desde donde les han informado y ayudado a gestionar las ayudas a la compra de maquinaria nueva, y la orientación técnica de MAESMA WOOD TECHNOLOGY a la hora de seleccionar las máquinas y equipos, para alcanzar la productividad y calidad de acabados deseadas y, sobre todo, no depender de terceros para programar y terminar los trabajos.
Progresivamente, IPARETXE va renovando la vieja maquinaria, y su taller ya luce una chapeadora de cantos HEBROCK y una escuadradora ALTENDORF, ambas de última generación. En sendos pabellones se realizan respectivamente los trabajos en madera maciza y los elaborados con tablero, para cocinas, armarios, etc.
Compacta y robusta, como siempre, pero además con la rapidez y comodidad que aporta la electrónica, la chapeadora HEBROCK garantiza a IPARETXE un canteado de altísima calidad, que su cliente valora especialmente.
Por su parte, la escuadradora ALTENDORF es silenciosa, precisa, ergonómica, “me encanta la carpintería y no lo dudé; decidí apostar por el ‘Mercedes’ para obtener un escuadrado perfecto, que es la base para que todas las piezas de un mueble se monten después con facilidad”, nos dice Joan Ander.
Ambas máquinas, de fabricación alemana, son garantía de fiabilidad, durabilidad y calidad. “Hay máquinas para diez años, sin tocarlas -asegura el joven empresario vasco-. Las máquinas automáticas pero además robustas son fundamentales para encaminar bien los proyectos desde el principio, y para lograr buenos acabados en los muebles. Estoy encantado con MAESMA, me han aconsejado muy bien, y deseo seguir creciendo con ellos”.
