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Las ventanas de GARDEA están pensadas para actuar como «una calefacción en invierno»

La firma alavesa se estrenó en EGURTEK.

VENTANAS GARDEA acudió por vez primera vez este año a EGURTEK para mostrar a prescriptores, arquitectos y empresas del sector una ventana específicamente diseñada para casas pasivas, en la que todo está optimizado «a la décima». El propósito de GARDEA es el de «conseguir el mejor resultado posible en hermeticidad, y así reducir los consumo energético de la vivienda en un porcentaje muy alto», explica a Madera Sostenible su gerente, Angel Garrido.

Para GARDEA, la ventaja que existe ahora es que un arquitecto, a la hora de proyectar una casa pasiva, puede medir cuánta energía va consumir el proyecto que quiere ejecutar, en función de los componentes que utilice y el diseño que realice, algo que representa un salto cualitativo muy importante en la edificación actual.

El modelo de ventana que trabaja esta firma alavesa y que ha llevado a EGURTEK responde a un concepto nuevo. Su marco no es el convencional de ventana de fabricación tradicional sino que su ventana puede acoger un vidrio más grueso, no se ve el marco y, por tanto, este no resta nada de luz y el puente térmico es cero. «El sobre aislamiento del marco es completo y la ganancia solar es total», afirma Garrido, para quien «la ventana tiene que ser la calefacción en invierno, y ésta es la manera de conseguirlo», subraya.

Que dos ventanas estén certificadas Passivhaus no las equipara en prestaciones. A la hora de emitir el certificado, el Instituto lo emite con una clasificación. La mayoría de las ventanas certificadas del mercado lo están con clasificación PhB o incluso PhC. “Las ventajas de incorporar una ventana certificada con clasificación PhA en el proyecto son claras y lo deseable es que las casas pasivas empiecen a contar ya con este tipo de modelos, es decir, que estén certificadas con esta categoría”, opina Angel Garrido.

El diseño de VENTANAS GARDEA arranca desde cero y el resultado se traduce en perfiles muy delgados, maximizando las ganancias solares. «Esto es el futuro», abunda, convencido de que es lo que demanda el mercado.

Y asegura que cada vez venden más ventanas de este tipo, algo que para su cliente representa una inversión que retorna rápidamente, «no solo desde el punto de vista económico, sino también en confort y en silencio en la casa»; todo ello supone para VENTANAS GARDEA «un gran valor añadido para las viviendas actuales».