Dirige la empresa Anna Parramon Vila, una de las pocas mujeres carpinteras de Cataluña. Anna heredó el negocio de su padre y prosigue atendiendo al cliente particular de la zona, aunque también se desplaza a Barcelona, para realizar obras de gran envergadura, para decoradores.
Históricamente, MANYA se ha dedicado al macizo, aunque los encargos de decoración integral le han llevado a dominar también el segmento de la melamina, y hoy se ha erigido como especialista en la fabricación de mobiliario a medida. En su historial está también las cocinas y la madera estructural, como se puede contemplar en la propia cubierta del taller. Un pequeño taller de 180 metros cuadrados, aunque bien organizado, y muy dinámico.
“Nuestra prioridad es la satisfacción del cliente -explica Anna Parramon-. Queremos hacer un trabajo de alta calidad, pero también cumplir los plazos que se nos ha marcado. Esta es la filosofía de FUSTERIA MANYA”.
Mecanizado con control numérico
Junto a Anna trabajan en la carpintería dos empleados. Uno de ellos se incorporó recientemente al equipo, fruto del incremento de trabajo generado por la adquisición del centro de mecanizado a control numérico “Evolution”, de HOLZ HER, suministrado por AIRMATIC.
“Organizar desde el ordenador de la oficina todo el trabajo para la máquina representa una mejora importante en el día a día”
“Los decoradores dan el trabajo a quien creen que puede responder mejor -asegura Anna Parramon-. Hasta ahora hacíamos cosas pequeñas, y los clientes estaban satisfechos, pero con nuestra nueva máquina, observamos que nos confían proyectos mayores y más complejos”.
Todos en MANYA han aprendido a manejar el control numérico, vigente corazón del taller. Incluso el marido de Anna colabora con el equipo en la elaboración de dibujos, diseños y presupuestos.
“Organizar desde el ordenador de la oficina todo el trabajo para la máquina representa una mejora importante en el día a día”, nos cuenta Anna Parramon.
Con una bomba de vacío de tan solo 8 metros cúbicos, “Evolution” garantiza una firme sujeción de la pieza, y un mecanizado inmediato de las piezas. El cabezal no ha de desplazarse apenas al campo de trabajo; nada más entrar las piezas, la máquina ya está mecanizando, en un proceso continuo. Todo lo cual permite, además, introducir piezas largas (en MANYA ya lo han comprobado, con paneles de hasta 3,5 metros).
Años atrás, AIRMATIC había iniciado su relación con MANYA fruto de la venta de una magnífica escuadradora MARTIN, con la cual Anna Parramon siempre se ha mostrado muy satisfecha. “Es una máquina infalible, un auténtico Mercedes en el taller”, afirma la empresaria catalana.