La Casa de la Torre de Santurce (Vizcaya) alberga la exposición de 80 de las mejores obras de Gorka Urreiztieta hasta el próximo 7 de diciembre. Son ya 12 años los que han pasado desde que el artista comenzara a tallar en madera y, a través de esta muestra, se puede contemplar toda su evolución.
“Mi primer contacto con la talla se produjo en enero de 2011, en la localidad de Galdames, he sido autodidacta desde el inicio”, comenta el escultor. “Me gusta tallar figuras humanas relacionadas con las profesiones, folclore y deportes rurales de la zona de mediados del siglo pasado. Entre ellas hay sardinera, arrantzale, minero, aizkolari… la última ha sido un pastor de ovejas, todas ellas miden más de dos metros”, apunta.
Así, la muestra ya ha tenido multitud de visitantes que se ha quedado muy sorprendido por la calidad de las esculturas, así como por las temáticas elegidas. “También me gusta tallar figuras relacionadas con la naturaleza, pero sobre todo eguzkilores”, reconoce Urreiztieta.
“Siempre tallo sobre árboles procedentes de entresacas o derrivados por temporales de viento y ampliaciones de carreteras y caminos, nunca cortados expresamente”, señala este escultor, cuyas obras se hayan repartidas por varias partes de la geografía de Vizcaya.
Así, por ejemplo, el museo del mar de Sabturce cuenta con quince obras suyas relacionadas con el mar, como una gran figura de sardinera, una tablilla de los remeros de la Sotera, arrantzales o anclas. También hay en Derio, Astrabudua, Lanestosa y Carranza, entre otras ubicaciones. Algunas de sus creaciones se han expuesto en diferentes localidades de la comarca, y hasta en bares. De hecho, comenta que hay sesenta piezas repartidas por comercios de la Margen Izquierda.
“Mantengo exposiciones permanentes en el museo del puerto de Santurtzi, en la casa de Olentzero en Mungia y en la escuela de F.P. de Somorrostro”, puntualiza.
SU MAYOR TALLA
La mayor obra de Gorka Urreiztieta se encuentra en los jardines de la Escuela de Formación Profesional de Somorrostro y fue inaugurada en la pasada primavera. “Mi mayor obra mide 9 metros. Está realizada sobre un cedro del Líbano de unos 375 años de antigüedad”, explica.
“La obra es ante todo un homenaje a una zona minera a través de las figuras más representativas como el ferrón o el barrenador, pero también a la siderurgia con la figura del soldador y al relevante papel que en el presente de la comarca ha jugado la educación reglada y profesional, reflejada en un libro marcado con las iniciales MG en honor a don Marcelo Gangoiti, pero también con una joven sentada ante un ordenador, reflejo del futuro que afronta el reto educativo del centro”, desgrana el escultor.
El cedro del Líbano cuyo tronco ha servido para ejecutar este libro abierto de la historia de la escuela de formación Somorrostro y de la comarca fue plantado hace unos 350 años en Muskiz por orden del Marqués de Villarías quien fuera fue Secretario de Estado de Felipe V.
El árbol labrado por Gorka Urreiztieta tenía antes de su tallado cerca de 11 metros de alto pero con las labores de saneamiento previas a la obra, finalmente el tótem alcanza los 9 metros de altura.