por

KUPSA recoge el fruto de haber diversificado productos y mercados durante la crisis

En los últimos ocho años, la compañía ha duplicado su facturación.

KUPSA Coatings viene de ser una empresa familiar, fabricante de barnices para madera, que vendía básicamente en España, a erigirse en una multinacional del sector español de los recubrimientos de superficies, presente en numerosos países de todo el mundo.

Impulsada por la crisis económica, KUPSA diversificó productos, introduciéndose en las ramas de industria y metalgrafía, esto es, el barnizado de la hojalata y el aluminio para el envase metálico, sea industrial o alimentario, y también mercados, internacionalizando la empresa. Hoy KUPSA vende tantos kilos de barniz para madera en el extranjero como en España. Tiene filiales en India, Polonia y Méjico. Además atiende otros muchos países, con clientes directos, distribuidores, partners y oficinas comerciales. Ofreciendo productos adaptados a la normativa vigente en cada mercado.

KUPSA ya no tiene todos los huevos en la misma cesta, “continuamos poniendo el foco sobre la madera, que representa el grueso de nuestra producción, pero contamos con una presencia creciente en nuevos sectores de actividad”, explica Rubén Andollo González, director comercial de la prestigiosa firma riojana.

 

ALTA TECNOLOGIA

En el segmento del barniz para madera, KUPSA se diferencia en el mercado apostando por los productos de alta tecnología (acuosos y ultravioletas, principalmente), y también por “dar a nuestros clientes una atención y un servicio técnico de primera -afirma Rubén Andollo-. Durante la crisis, la mayoría de las empresas de nuestro sector redujo su estructura, lo cual fue en detrimento de la asistencia técnica y comercial a los clientes. Plegando velas para aguantar el chaparrón. En KUPSA también pasamos lo nuestro, ajustando costes y cerrando delegaciones. Pero no tocamos nuestro departamento técnico. Aquí está trabajando, todavía hoy, el 25% de nuestra plantilla”.

Fue una apuesta, que pudo salir mal. Pero que, una vez amainó y se reactivó la demanda en el mercado interior, situó a KUPSA en una situación privilegiada. Porque contaba con la estructura intacta, que tenía ya antes de la crisis.

En algunas parcelas del mercado, como las puertas o las molduras, la caída había sido enorme. Pasó de fabricarse once millones de puertas anuales a tan solo un millón. Con la correspondiente reducción de consumo de barniz ultravioleta. “Hubo que prepararse para atender a un perfil de cliente con bajos consumos, aunque progresivamente exigente”, recuerda el director comercial de KUPSA.

 

REFERENTE EN LA INDUSTRIA DE LA MADERA

Distingue históricamente a KUPSA su amplia oferta de recubrimientos para madera: tintes, poliuretanos, poliésteres, ultravioletas (en base disolvente o en base acuosa) y los barnices al agua.

Los productos ultravioleta, adecuados a diferentes sistemas de aplicación (rodillo, cortina, pistola, robot…), son los que registran mayor facturación en la empresa. “Colaboramos estrechamente con los fabricantes de maquinaria para intentar adelantarnos a la demanda del mercado -explica Rubén Andollo-. Esto ha sucedido, por ejemplo, con la aplicación de barniz de alto gramaje mediante rodillo estriado”.

 

 

Los lotes y los envases son más pequeños, con lo cual progresa el segmento del poliuretano, por la versatilidad de su gama. “Son productos con los que existe una dilatada experiencia, pero en los que siempre hay que buscar la mejor relación calidad-precio”. Dentro de dicho segmento, las lacas han pegado un tirón importante, gracias a su protagonismo en el mobiliario de cocina, baño, y contract. Son productos de valor añadido, ya que suelen ser personalizados. “Antes el 80% era transparente y el resto lacado. Hoy es al revés”.

En el campo de la impresión digital, aunque no son muchas las instalaciones activas en el mercado español, KUPSA ya trabaja con algunas de ellas. “Requieren producto ultravioleta, con una buena cubrición y extensibilidad, de modo que la imagen sea nítida encima de ella -explica Rubén Andollo-. Dicha imagen es protegida en superficie con acabados UV. De esta forma, está emergiendo un mercado de producto tecnológico ultravioleta, en el que KUPSA está y quiere estar. Son pocos gramos, pero de gran valor añadido”.

Con todo, el del barniz para madera y mueble es un mercado maduro. Las cifras de ASEFAPI -Asociación de Fabricantes de Pinturas y Tintas de Imprimir- indican que, a día de hoy, el volumen de mercado es algo menos de la mitad de lo que había hace diez años, “y nos ha tocado a todos, a KUPSA y a los demás, amoldarnos a este escenario”.

 

FLEXIBILIDAD Vs PRODUCCION

Obligados por el mercado y por el cliente, KUPSA ha dado prioridad a la flexibilidad productiva, frente a las grandes producciones de algunos productos. “El corazón de una empresa es el cliente -afirma rotundo Rubén Andollo-. El mercado ha cambiado mucho, son muy pocos los clientes que consumían un camión, 10.000, o 5.000 kilos a la semana, que han sobrevivido a la crisis. Ha habido que amoldarse. Aquellos clientes que antes pedían 1.000 litros de tinte, hoy te piden 5. Éramos capaces de hacer los 1.000, y obviamente podemos hacer los 5 litros. Pero hemos tenido que hacer rentables estos pequeños pedidos. Y, además, dar unos plazos de servicio más cortos”.

Para competir en este nuevo escenario, KUPSA ha adaptado sus sistemas de fabricación y de control, ha agilizado su organización logística, de expedición y transporte. “Hoy el cliente conoce en tiempo real, vía email, el estado y situación de su pedido. Las empresas más grandes exigen y manejan esa información, y estamos obligados a ser ágiles y darles también ese servicio”.

Como siempre, se trata de “escuchar al cliente, y tratar de darle lo que necesita, de la mejor forma posible”.

 

 

EN TODO EL MUNDO

La exportación también obligó a mejorar a la empresa de Oyón. “En según qué mercados hay que preparar los productos muy bien, hacerlos robustos, dar muy buen servicio y garantizar una asistencia técnica que ya no se realiza en coche, sino en avión, y muy lejos de fábrica -comenta José María Cazorla, responsable de exportación en KUPSA-. Pero, sobre todo, hay que tener la mente muy abierta”.

Hace tan solo 15 años la exportación se realizaba básicamente en camión, incluso a los países más lejanos. Hoy KUPSA domina la organización de expediciones por vía marítima. “La distancia no es problema, gracias a nuestras delegaciones propias a las que enviamos hasta dos fletes mensuales, para atender a nuestros clientes finales y distribuidores locales en América, Asia, Africa y Europa”.

Las telecomunicaciones también se abren paso en la industria de los recubrimientos para madera. “Desde fábrica podemos visualizar piezas, superficies y situaciones sobre las cuales ofrecemos consejos y soluciones”, afirma José Mª Cazorla.

El desarrollo de las redes de transporte y las telecomunicaciones acompañan al progreso y expansión de KUPSA en el mundo entero. “Estamos en mercados donde hace solo unos años no se nos hubiese ni ocurrido entrar”.

 

 

50 ANIVERSARIO

KUPSA celebrará en 2019 el 50 Aniversario de la compañía. De aquella empresa que nació en 1969 numerosas personas se han jubilado, ha entrado gente joven y ha habido cambios en el staff directivo de la empresa; en gerencia, dirección técnica, financiera y comercial. “La fusión del saber-hacer de quienes pusieron todo en marcha, con la formación y preparación de los que se van incorporando, da como resultado un producto y un servicio fiables, de altísima calidad”, destaca Rubén Andollo.

Todas las personas que se suman al proyecto de KUPSA hablan como mínimo inglés, porque los clientes están en cualquier rincón del mundo.

En los últimos ocho años, KUPSA ha duplicado su facturación. “Aunque requerirá mucho trabajo, las expectativas que tenemos de cara al futuro son esperanzadoras”. En efecto, los industriales del mueble y de elementos de carpintería como la puerta de paso también exportan cada vez más.

El mercado vive hoy una “fase dulce”. Pero los transformadores de productos químicos saben mejor que nadie que “hay que vigilar” la evolución de los mercados. Ahora toca “aprovechar el viento a favor, atender lo mejor posible a los clientes y prepararse para el futuro”.

La compañía acomete en la actualidad un plan de inversiones, encaminado a “tener la fábrica tecnológicamente a la última, optimizar procesos y obtener la máxima productividad, ya que esta industria camina deprisa, y deja estancado a quien se relaja un momento”.