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Guadalajara tendrá una central de biomasa

El proyecto, llevado a cabo por la empresa REBI, está muy avanzado.

Un reportaje de David López Corralo

 

La empresa Rebi-Recursos de la Biomasa, que cuenta con oficinas en Soria y Valladolid, lleva muy avanzados los plazos para instalar una planta de biomasa en Guadalajara, en el polígono del Balconcillo, que podría dar servicio a las calefacciones y el servicio de agua caliente de 6.000 viviendas de la ciudad.

“El proyecto va por buen camino; nuestra idea es ir a Guadalajara en las próximas semanas para poder anunciarlo en sociedad y presentárselo a la prensa”, indican desde Rebi.

Polígono «El Balconcillo», en Guadalajara.

La central de biomasa se ubicaría en el Balconcillo, desde ahí, a través de unas tuberías impermeabilizadas, que impiden perder el calor, saldría el agua para sus clientes a unos 95 grados centígrados. Una red térmica de unos 20 kilómetros que permite que el agua llegue desde la planta hasta las calderas de los edificios con una pérdida máxima de dos grados.

La instalación de esta central de biomasa en Guadalajara ayudaría a reducir las emisiones de CO2, además de que podría abaratar el coste para sus clientes frente a otros consumos procedentes del petróleo, gas o la electricidad. Es más, la empresa está barajando ofertar sus servicios un 10% más baratos que los tradicionales.

La planta se ubicaría en el polígono del Balconcillo y podría dar servicio, a través de su red térmica, a 6.000 viviendas de la ciudad

Desde el departamento de prensa de la empresa soriana prefieren no desvelar todos los detalles sobre el proyecto, para así presentarlo dentro de unas semanas en sociedad, pero sí reconocen que será similar a otras redes de calor que ya tiene en Soria o en la Universidad de Valladolid.

Fábrica de biomasa de AMATEX.

En Soria, la central es de 808 metros cuadrados, alberga una sala de dos calderas de biomasa con sus correspondientes ciclones y filtros, de 6.000 kilowatios térmicos cada una, 3,8 metros de diámetro y seis metros de altura. También incluye los acumuladores, depósitos de inercia, colectores, bombas y demás instalaciones de la red de calor para proporcionar estrictamente energía térmica para calefacción y agua caliente. La edificación se completa con un silo de astilla que nutre la sala de calderas protegida de las inclemencias atmosféricas.

La de Guadalajara será de características similares, pero más grande, ya que tendrá una capacidad de producción de 80 millones de kw/año y consumirá unas 30.000 toneladas de biomasa. Mientras que la de Soria tiene una producción de 28 millones de kw/año y consume 8.000 toneladas de biomasa.

Los trabajos para la construcción de la planta comenzarían una vez solucionados los trámites administrativos, pero desde Rebi esperan que pueda ser durante este 2017. Unos trabajos que se llevarían por fases, comenzando con la central de biomasa para luego continuar con el soterramiento de las tuberías de la red de calor.

La central se alimentaría de astillas de madera y pelets procedentes de las fábricas que la empresa tiene en Cabrejas del Pinar (Soria) y en Mombeltrán (Avila). “Además tenemos en mente comprar desperdicios a empresas de la zona. Algo similar a lo que ya hacemos en Aranda de Duero”, señalan desde Rebi. De esta manera, la central se abastecería también con madera de empresas de la zona, lo que sería otro beneficio que reportaría la instalación en Guadalajara.