Actualmente, los países de la Unión Europea tienen como objetivo reducir un 55% las emisiones de CO2 a la atmósfera de aquí a 2030. Un paso intermedio, pero decisivo, para alcanzar la neutralidad climática en el año 2050. Vivimos en un proceso de cambio climático debido, según los expertos, a las emisiones de gases de efecto invernadero, generadas en una medida muy importante por los combustibles fósiles que utilizan los vehículos con motor de combustión.
Por eso, no hay dudas de que el coche eléctrico es el vehículo del futuro. Cada vez es más habitual ver estos vehículos, ya sean completamente eléctricos o híbridos, por nuestras ciudades. Hay varios motivos. Por un lado, existen ayudas y facilidades para adquirir este tipo de coches. Además, los países están poniendo cada vez más trabas al uso de los vehículos que utilizan combustibles fósiles, con el objetivo a medio plazo de acabar con los coches de gasolina y diésel. Y, por último, no podemos olvidar que el coste de los carburantes es muy superior al coste que tiene recargar las baterías que proporcionan energía a estos vehículos.
¿Qué incentivos hay para la transición a un vehículo eléctrico?
Ya no hay dudas de que estamos inmersos en un proceso de cambio climático, que puede ser más o menos acelerado en función de cómo de rápido actuemos a partir de ahora. Por eso, los Estados han decidido articular una serie de medidas orientadas a incentivar económicamente la sustitución de los vehículos de gasolina y diésel.
El resultado de estos estímulos económicos y del impulso político en todos los Estados de la Unión Europea es que, de aquí a unos años, la práctica totalidad del parque móvil estará formada por vehículos eléctricos.
Hay algunos factores que, en España, pueden facilitar ese cambio:
- El coste de la energía: es mucho más barato cargar la batería de un coche eléctrico que llenar el depósito de gasolina. Se calcula que un coche eléctrico consume por kilómetro en torno a una cuarta parte de lo que consume un vehículo de gasolina. Además, ya están apareciendo tarifas para coches eléctricos que abaratan aún más el coste del desplazamiento. Se trata de tarifas pensadas para aquellas personas que tienen un coche eléctrico: así, establecen tres tramos de tarificación, con una franja “supervalle”. Este tramo es ideal para el usuario de coche eléctrico, que suele recargar su vehículo durante la noche, y ahora podrá hacerlo a un coste especialmente barato.
- Ayudas públicas: España está apostando por la transición a un nuevo modelo de movilidad personal. Por eso, el Plan Moves II ofrece una subvención directa de hasta 5.500 euros para la compra de un coche eléctrico o híbrido enchufable, con el único requisito del achatarramiento de otro vehículo.
Además, existen bonificaciones a la circulación o el aparcamiento, de modo que estos vehículos tienen hasta el 100% del pago de las zonas de aparcamiento regulado bonificado en algunas ciudades.
Por último, se añaden ventajas fiscales, ya que algunos municipios bonifican en estos vehículos un porcentaje del Impuesto a Vehículos de Tracción Mecánica.
- La adquisición de un vehículo eléctrico también comporta ventajas de movilidad, que probablemente vayan a más en los próximos años. Un ejemplo: el proyecto de Ley de Movilidad y Transporte prevé que todos los municipios de más de 50.000 habitantes tengan zonas de emisiones restringidas antes de 2024, en las que solo podrán entrar los vehículos de bajas emisiones.