La energía generada por biomasa cuenta con multitud de ventajas, tanto medioambientales como sociales y económicas. La biomasa evita la emisión de CO2 y elimina residuos que son fuente de contaminación del subsuelo y de las aguas subterráneas. En cuanto al impacto económico, nos referimos tanto al ahorro de costes por utilizar este tipo de energía, como a la derivada de esta actividad que requiere mayor mano de obra, lo que repercute directamente en la creación de empleo en áreas rurales. Así, se evita que aumente el número de localidades en riesgo de despoblación irreversible. Actualmente, España cuenta con 1840 localidades en esta situación.
Estos factores la convierten en una solución sostenible que mejora la calidad de vida y del medioambiente en el que vivimos. Se reduce el número de incendios a la vez que se produce energía térmica limpia. Por lo tanto, es una de las mejores opciones para lograr el futuro sostenible de nuestros pueblos. “En este sentido, nuestra experiencia internacional como Grupo nos permite crear y aportar soluciones de gestión de agua, residuos y energía que favorecen el desarrollo sostenible de las ciudades y las industrias”, reconoce Miguel Ruiz Gálvez, responsable de Biomasa de Veolia España.
Veolia es una empresa de experiencia internacional con un amplio conocimiento local y en España colabora con clientes de todos los sectores, tanto con la Administración y Sanidad como entidades del sector industrial y comunidades de propietarios. Actualmente, tiene instalaciones por toda España, desde Barcelona, Vigo, Valladolid, Móstoles, Hellín o Alcoy como los más representativos, pero también tiene presencia en Huelva, Navarra o Huesca.
“La biomasa se está convirtiendo, cada vez más, en una alternativa energética en España”, recalca Ruiz Gálvez. Unas palabras que quedan reflejadas en los datos, ya que en los últimos diez años, la evolución de este tipo de combustible ha experimentado un crecimiento más que destacable. De hecho, las instalaciones que utilizaban biomasa como fuente de energía en 2017 ascendían a casi 245.000. En 2008, esta cifra apenas superaba las 9.500 instalaciones.
Las instalaciones que utilizaban biomasa como fuente de energía en 2017 ascendían a casi 245.000
“Una de las razones que pueden justificar este gran auge de las instalaciones de biomasa es la necesidad de buscar fuentes alternativas a los combustibles fósiles gracias, en gran medida, a la mayor concienciación existente no solo entre la población, sino también entre organizaciones y Administración”, indica. “En este sentido, la biomasa es una energía limpia cuyo precio final en el mercado ha ido disminuyendo con el paso de los años”.
Para el responsable de Biomasa de Veolia España, pese a los beneficios que sin duda ofrece la biomasa y de su mayor popularización, “sigue siendo una energía alternativa que genera desconocimiento entre los usuarios finales de nuestro país”, puntualiza. Para evitarlo, cree que deben darse a conocer sus ventajas, tales como su fácil obtención, producción y su precio estable a lo largo del año.
PROYECTOS
Algunos de los proyectos más relevantes que han llevado a cabo desde Veolia, recientemente están relacionados con el desarrollo de redes de calor con biomasa, como es el caso de Móstoles Ecoenergía. Esta red, formada por cuatro kilómetros de tubería y 13 subestaciones de intercambio, ha supuesto una inversión de siete millones de euros y ha permitido a los vecinos de este municipio reducir en un 15% el coste energético. Además, la red está conectada al Hubgrade, el centro de gestión energética de Veolia, que lleva a cabo el control telemático de las instalaciones, un ejemplo más de nuestra apuesta por la innovación.
En cuanto a la colaboración con las entidades sanitarias, uno de los centros hospitalarios en los que están presentes es el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo (Pontevedra), donde ofrecen un servicio integral que incluye financiación, construcción, suministro y gestión energética. Además, también se encargan del mantenimiento de las instalaciones eléctricas y de climatización, así como del abastecimiento y tratamiento de agua.
En Hellín trabajan en una industria de gran importancia. Así, su presencia se caracteriza por dos ejes fundamentales y de relevancia en las industrias de cualquier zona. Por un lado, fomentan la actividad industrial, ya que el hecho de estar cerca de determinadas áreas permite un mayor desarrollo de la misma. Y por otro lado, ayudan a la reducción de la huella de carbono. El uso de energías limpias como la biomasa evita la emisión de CO2 a la capa de ozono y permite a las industrias ser medioambientalmente sostenibles.