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Por un IVA reducido del 10% para los biocombustibles sólidos

AVEBIOM y APROPELLETS lamentan el fin del IVA reducido del 10% para los pellets y la leña.

El pasado 30 de junio, caducó el Real Decreto que de forma temporal mantuvo un IVA reducido del 10% para pellets y leña. Tanto la Asociación Española de la Biomasa (AVEBIOM) como la Asociación Española para la Promoción del Sector del Pellet (APROPELLETS) creemos necesario un mayor compromiso y apoyo por parte del gobierno hacia la generación de energía con biomasa como una opción valiosa en la transición hacia un sistema energético más sostenible.

Francia, Portugal, Alemania, Austria, Bélgica, países bálticos y otros mantienen desde hace años un IVA reducido para los biocombustibles a partir de biomasa sólida. Esto supone una medida de apoyo real a largo plazo frente a los combustibles fósiles y forma parte de políticas energéticas que fomentan la transición hacia soluciones más sostenibles.

En España, los biocombustibles sólidos no cuentan con medidas fiscales de apoyo y fomento diferenciadas de los suministros energéticos fósiles. Frente a las políticas energéticas de países de nuestro entorno, con planes y objetivos a corto plazo para el abandono de los combustibles fósiles para calefacción, en España, el gasóleo de calefacción y el gas natural cuentan con medidas de apoyo como la rebaja de impuestos o con una política de tarifas reguladas que suponen una subvención encubierta a dichos sectores, y que fomentan el consumo de combustibles fósiles.

El gobierno debería tomar como una señal de alarma y de fracaso de sus políticas energéticas, el incremento de consumo del gasóleo de calefacción durante 2023 y lo que llevamos de 2024. Años en los que la climatología lejos de fomentar la demanda de calefacción, la ha reducido.

Los biocombustibles sólidos son una opción competitiva, ofreciendo un ahorro en los costes domésticos de calefacción que puede variar entre el 10% y el 70% en comparación con el gasóleo de calefacción, el gas natural y los sistemas eléctricos.

Aunque los precios de las biomasas aumentaron por factores ya conocidos, reduciendo en cierta medida los ahorros, los biocombustibles sólidos siguen siendo una alternativa atractiva. Con mayor apoyo institucional y una mejor difusión de información, estos biocombustibles pueden recuperar y potencialmente incrementar su popularidad entre los consumidores.

EN APOYO DE UN SECTOR LOCAL DE ÁMBITO RURAL

El apoyo fiscal a los biocombustibles sólidos no solo beneficia a las empresas de la bioenergía y a los consumidores, sino que también impulsa los sectores agrícolas y forestales que lo sustentan en un ejemplo perfecto de bioeconomía circular. En estos ámbitos, la valorización energética de restos y subproductos puede ser fundamental para mantener la viabilidad de la actividad. Así, un IVA reducido beneficiaría a miles de empresas y trabajadores en el ámbito rural, fortaleciendo la economía local y promoviendo un uso sostenible de los recursos.

POR UNA ECONOMÍA VERDE Y CIRCULAR A UN BAJO COSTE

Un IVA reducido del 10% para los biocombustibles sólidos reportaría múltiples beneficios. Aunque entendemos que el gobierno, en medio de una política fiscal que busca equilibrar sus cuentas, esté valorando el coste que esta medida implicaría, consideramos que las ventajas superan con creces las inquietudes.

Con los precios y consumos estimados de biocombustibles sólidos en el ámbito doméstico, la merma en ingresos sería inferior a los 100 millones de euros, pero también habría que tener en cuenta el posible aumento en la recaudación debido al incremento del consumo y otros ingresos fiscales que podrían obtenerse por otras vías procedentes del sector.

Desde AVEBIOM y APROPELLETS hacemos un llamamiento al gobierno para que reconsidere la implantación de un IVA reducido para los biocombustibles sólidos, los equipos en los que se utilizan y la energía generada en redes de calor con biomasa.

Esta medida facilitaría la transición hacia un sistema energético más sostenible, contribuiría a crear y mantener empleo en zonas rurales, permitiría a los consumidores ahorrar en sus facturas energéticas, y se afianzaría como pilar en la lucha contra el cambio climático al reducir la dependencia de los combustibles fósiles de importación.