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Adjudican en Granada por más de 500.000 euros madera de chopo con certificación ambiental

La certificación PEFC garantiza que las plantaciones han sido gestionadas de acuerdo a criterios de sostenibilidad y requisitos ambientales estrictos.

El día 5 de noviembre tuvo lugar ante notario la segunda subasta de madera de la Agrupación de Productores Marjal Chopo, en la que se adjudicaron 9 lotes de los 17 ofertados, que suponen 5.584,575 de metros cúbicos de madera vendida de 10.087,195 metros cúbicos ofertados, el 55,3%. Con un precio medio de 92,5 euros/m3, la Agrupación cierra esta subasta con unas ventas totales de 517.606,83 euros. La madera subastada procede de choperas de Fuente Vaqueros, Santa Fe y Láchar.

Patricia Gómez Agrela, promotora de la Agrupación y gerente de la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE), ha valorado muy positivamente estos datos. “La adjudicación de más de la mitad de los lotes se considera un gran éxito, ya que consolida esta fórmula de venta mediante subasta promocionada por la Agrupación Marjal. El mercado de la madera de chopo en Granada y en Andalucía necesita actualizarse y esto requiere de una ‘modelización’ hacia estructuras de mercado que protejan todos los eslabones de la cadena de valor del chopo”.

“El éxito obtenido de esta fórmula de aprovechamiento conjunto en el ámbito forestal privado radica en la transparencia, garantía y seguridad para el propietario que se traduce en un beneficio claro. Los populicultores valoran positivamente el servicio dado por la Agrupación, tanto en el asesoramiento técnico recibido durante todo el proceso de tasación, venta y aprovechamiento como la seguridad de una correcta ejecución de los trabajos y los cumplimientos de los plazos establecidos. Esperamos que cada año se vean incrementadas las ventas debido a la confianza y las ventajas que también encuentra la industria de la madera en este proceso”, ha señalado la gerente de COSE.

Los lotes subastados por la Agrupación Marjal se vendieron por más de 500.000 euros, a un precio medio de 92,5 euros el metro cúbico

Gómez Agrela ha subrayado que “el impulso que está recibiendo este cultivo tanto desde la administración como de diversas instituciones, por su alto valor estratégico para la consecución de grandes objetivos económicos, sociales y sobre todo ambientales, exige una decidida respuesta sectorial mediante el compromiso para la creación de un marco nuevo para la comercialización de madera de chopo. Promover una selvicultura orientada a conseguir un producto diferencial y garantizar la seguridad del suministro, requiere que maderistas e industria comprendan que es necesario participar en afianzar mecanismos que aseguren la transparencia y un comercio justo”.

La Agrupación Marjal, que reúne a cien productores de chopo, en su mayoría de la provincia de Granada, con más de 1.400 hectáreas de cultivo, ya había celebrado una subasta en octubre de 2022, pero en esta ocasión toda la madera a la venta ha recibido la certificación PEFC, lo que garantiza el cumplimiento de buenas prácticas ambientales y de gestión en el cultivo del chopo. Para obtener esta certificación, las plantaciones se han sometido a la verificación de un auditor independiente que garantiza que se han gestionado en base a un plan de gestión forestal de acuerdo a un itinerario selvícola con estrictos criterios de sosteniblidad ambiental y de producción.

“Esta certificación garantiza, por ejemplo, que en los cultivos no se utilizan productos que dañen el suelo o el agua, o que no se rotura en exceso la tierra entre los chopos, sino que se conserva una cobertura vegetal que la protege de la erosión, facilita la infiltración de agua y aire al subsuelo y favorece la presencia de insectos polinizadores, sin olvidar que el manejo selvícola de las choperas debe evolucionar hacia la producción de madera de calidad”, ha explicado Gómez Agrela.

Poner madera certificada en el mercado responde a la demanda de la industria de ofrecer productos sostenibles y ecológicos a los consumidores, cada vez más concienciados con el medio ambiente, garantizando que no se contribuye a la deforestación del planeta.