El desastre ambiental ocasionado por la progresiva desaparición de la masa forestal es uno de los grandes problemas a los que nos enfrentamos a escala global. Según datos del World Wildlife Fund (WWF), en 2050 se habrán perdido 2,3 millones de kilómetros cuadrados de bosque en todo el mundo, una superficie casi cinco veces superior a la de España. Es más, el 20% de la huella de carbono tiene en la deforestación su responsable directo, contribuyendo al avance de la desertización y la destrucción de la biodiversidad.
Es precisamente por esta progresiva desaparición de los grandes pulmones verdes del planeta, que en los últimos años ha aumentado el número de iniciativas que abogan por el uso responsable y sostenible de los bosques como única vía para tratar de disminuir o revertir el tremendo impacto medioambiental de la tala indiscriminada de árboles.
En marzo de 2013 entró en vigor en los países de la Unión Europea el Reglamento de la Madera (EUTR por sus siglas en inglés, European Union Timber Regulation), que establecía una serie de obligaciones a los agentes que comercializan madera y productos derivados de la madera: contrachapados, tableros, papel, madera aserrada… y, por supuesto, mobiliario.
Este reglamento desarrolla una serie de disposiciones que pretenden asegurar que toda la madera comercializada en Europa tenga un origen legal, lo que afecta también a las empresas situadas fuera de la UE, puesto que sus productos pueden ser importados e integrados en la cadena de suministro de compañías europeas.
Una de las herramientas utilizadas para garantizar el cumplimiento de las empresas con el EUTR, es el sello PEFC (Programme for the Endorsement of Forest), el sistema de certificación forestal más implantado en el mundo y que fue desarrollado por la propia industria maderera en 1999.
En España hay más de dos millones de hectáreas de bosques con certificación de Gestión Forestal Sostenible PEFC y más de 429 empresas del sector de la madera y la construcción con Certificación de Custodia PEFC, lo que garantiza que la madera u otros productos forestales utilizados por dichas empresas proceden de bosques gestionados de acuerdo a criterios de sostenibilidad.
Desde el año 2012 el Centro Tecnológico del Mueble y la Madera (CETEM) viene trabajando para ayudar a las empresas del sector del hábitat en la Región de Murcia a implantar los requisitos para la obtención de la certificación PEFC. En este tiempo, una docena de empresas han afianzado su compromiso medioambiental de la mano de CETEM, autentificando que la materia prima de sus productos cumple con la cadena de custodia forestal responsable.
«Es cuestión de sentido común, debemos ser conscientes de que, si no repoblamos nuestros bosques, si no tomamos medidas para conseguir la sostenibilidad del medio ambiente, pasamos a ser responsables de la destrucción de nuestro entorno», explica Félix López, gerente de Fama Sofás. «Poder demostrar que utilizamos madera controlada, nos ayuda a transmitir de una forma clara nuestro compromiso con el cuidado de nuestro planeta».
CETEM, como Centro Tecnológico, dirige y asesora a las empresas para la obtención de la certificación de la cadena de custodia, poniendo especial empeño en que con su implantación se cree una verdadera conciencia en toda la organización de la utilidad de contar con un sistema que garantice la sostenibilidad de los recursos que la compañía utiliza para producir sus bienes o servicios. Se asegura así que la empresa interioriza en todos sus estamentos la importancia de la responsabilidad medioambiental.
Lo cierto es que la inclusión de la certificación PEFC en la etiqueta final contribuye a que, entre todos, ayudemos a generar un aumento en la demanda de productos procedentes de bosques certificados. «Es muy importante sensibilizar a empresas y a organizaciones en general de la importancia de la comercialización legal de la madera», afirma Mª Dolores Ortuño, responsable de Cadena de Custodia en Maderas Francisco Salar, «ya que es la única manera de asegurar la sostenibilidad de nuestros bosques».
Además del fomento de la ecosostenibilidad, desde Puertas Perciber apuntan a que también ayuda a abrir mercado, especialmente para acceder al comercio internacional. «No muchas empresas de la Región de Murcia cuentan con la certificación PEFC, por lo que también nos hace ser más competitivos», señala Pedro Antonio Sánchez, responsable de Cadena de Custodia de esta empresa murciana.
«La certificación PEFC supone un compromiso claro de la empresa con la sostenibilidad medioambiental, algo que resulta muy importante en una sociedad cada vez más concienciada con el mantenimiento de los recursos que nos rodean», señala José Francisco Puche, director del CETEM. «Contar con esta apuesta clara por el cuidado y la conservación del entorno que nos rodea puede ser y, de hecho ya lo es, determinante y significativa como fuerza de ventas. Los clientes que la empresa ya posee, así como los futuros, tienen en cuenta este valor añadido a la hora de tomar sus decisiones de compra».
LOS CONSUMIDORES BUSCAN LA CERTIFICACIÓN
Y es que el consumidor final también juega un papel importante en el fomento del etiquetado de certificación forestal sostenible. A finales de 2017 PEFC presentaba los resultados de una encuesta global realizada entre 21.194 personas de 21 países, donde se manifestaba que el 60% de los encuestados opinaba que su elección de compras para un producto etiquetado podía tener una consecuencia positiva en los bosques.
Además, cerca del 53% de los consumidores afirmaban buscar activamente las etiquetas de certificación forestal antes de adquirir un producto, especialmente mobiliario, papel, productos de higiene, envases, material de oficina, revistas embalajes o libros. En el caso de España, un 60% de los consumidores encuestados conocen y confían en el sello PEFC.
Esta encuesta afirmaba también que los consumidores muestran una mayor confianza en los productos que llevan etiquetas que certifican aspectos medioambientales, sostenibles y/o éticos, por encima de otros aspectos como pueden ser el país de origen, la marca o las recomendaciones por parte de familiares o medios de comunicación.
«Es sorprendente el nivel tan alto de conciencia que hay sobre estos temas por los consumidores finales. A la gente de la calle le preocupa el cuidado del medio ambiente mucho más de lo que se podría imaginar», cuenta Félix López.
Las empresas tienen muy presente el paulatino aumento de la demanda de ecoetiquetas por parte de la sociedad. «Tenemos la obligación de ofrecer a nuestros clientes y consumidores un producto en el que pueda demostrarse que hacemos un consumo responsable de los recursos, especialmente de la madera, que es un bien escaso», relata Pedro Manuel Mora, gerente de Carpintería Lorenzo y Mora. «Al demostrar que las materias primas consumidas han pasado los exhaustivos controles exigidos por la certificación PEFC, estamos en disposición de asegurar nuestro compromiso con el medio ambiente».
Los mercados internacionales son cada vez más exigentes, no sólo con los productos que cada empresa oferta en el mercado, sino también con cómo son diseñados, fabricados y gestionados. En este contexto, poder garantizar a los clientes que la gestión de los recursos que se realiza está certificada por un organismo como PEFC es un valor añadido que las empresas del sector del mueble de la Región de Murcia entienden y están empezando a asumir internamente en sus procesos de producción y gestión.
En palabras de José Francisco Puche, «este hecho hace que el sector del mueble de la Región de Murcia, ya reconocido por su carácter innovador, ahora lo empiece a ser también por su carácter ecosostenible y, por tanto, gane competitividad en los mercados internacionales».