Hace más de tres años fue inaugurado, en marzo de 2014, el Centro de Interpretación de la Cultura de la Madera (ciCUM), ubicado en el antiguo aserradero de Vadillo Castril (Jaén), y ya se ha convertido en un atractivo para el turismo de la zona, ofreciendo a los visitantes una lectura sobre el legado cultural y ecológico de la historia de la actividad forestal realizada en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas.
En estos tres años, por el Centro de Interpretación han pasado unas 20.000 personas, que han conocido de primera mano la importancia de la madera en la zona y cómo eran los trabajos de sus antepasados. “Lo primero que hacen los visitantes es ver un vídeo que explica el por qué y el cómo se ha llegado a lo que es hoy la serrería, el poblado y la gente que lo habitó, y que acompañaba a la maderada por el río desde su nacimiento a los embarcaderos de Jódar o Linares-Baeza”, explica Antonio Lucio Carrasco Gómez, responsable del Centro.
Después, los turistas pasan a una exposición donde se muestran las formas de vida complementarias que los habitantes del lugar mantenían para completar la dieta de sus familias, pues no siempre el trabajo con la madera era suficiente. Tras eso se les enseña la serrería, donde pueden ver cómo se elaboraban las traviesas de ferrocarril y los mástiles de los barcos, aprovechando hasta la última astilla de la madera en forma de vagón de tren.
La relación de los habitantes de la serranía con los recursos de sus montes es milenaria. Tiene su origen en las referencias que existen desde el siglo XI acerca de la recogida de cortezas para obtener taninos, maderas o la producción de alquitrán vegetal.
La serranía fue durante siglos una despensa de productos que se gestaban en un gran organismo vivo: la masa forestal más extensa de la Península Ibérica.
Lo que hoy es el parque natural de las sierras de Cazorla, Segura y las Villas ha sido el terreno vital de miles de seres humanos que desarrollaron una cultura alrededor del uso de la madera, de los bosques y de todos sus recursos silvestres de manera sostenible.
Las familias llevaban a cabo el carboneo, la siega del espliego, la recolección de setas, el pastoreo extensivo de la oveja segureña, el resineo o la obtención de betún o alquitrán vegetal, entre otras.
Pero, sin duda, el más legendario y épico de los trabajos que se llevó a cabo a lo largo de cientos de años fue la maderada entendida como el pastoreo de los troncos. “Aquí se forjó una historia de la madera, de los árboles y de los bosques, de las leyes que se establecieron para la explotación y de las traviesas que aquí se fabricaron. Es una narración que nos habla también de la memoria de los teleféricos forestales que hacían volar la madera, de los arrieros que con sus bueyes y mulas acarrearon toneladas de material, de hacheros embadurnados de resina descortezando árboles, de aserradores que hundían la sierra a buen ritmo en las entrañas de la madera, de pastores de troncos que atravesaban el río danzando sobre ellos”, narra Antonio Lucio Carrasco Gómez.
El aserradero de Vadillo Castril funcionó entre 1942 y 1986 produciendo vigas especiales así como cachas, traviesas, pisos de vagones y otras piezas para Renfe. “En la actualidad se trata de un aserradero tematizado, con un vídeo de diez minutos que te lleva a una vida de 400 años, un poblado señalizado que lo rodea, los ítems interpretados que señalizan la Ruta de Patrimonio Forestal”, explica el responsable del ciCUM.
“A menudo incluimos talleres didácticos para los colegios que nos visitan. Tal vez uno de los más utilizados es el de preguntas y respuestas que se materializan en unos iPad que se entregan a pequeños grupos. Corren de un lado a otro de la serrería y del pueblo de Vadillo intentando ser los primeros en acabar el reto”, continúa.
Sin duda, el ciCUM de Vadillo Castril es un claro ejemplo de cómo seguir explotando, de otro modo, el sector de la madera que tantos beneficios dio en la zona.
Su horario de apertura de otoño a primavera es de 10:00 a 13:30 horas y de 17:00 a 20:30 horas. En los meses de verano, que es cuando recibe un mayor número de visitantes, el horario se amplía, así como el número de guías, que pasa a ser de uno a tres.
Como novedades de cara a este año, el Centro de Interpretación ha sido un punto intermedio de paso para la Ultra Trail Bosques del Sur, una carrera a pie de 107 km que se organiza en el Parque Natural, con salida y meta en la localidad de Cazorla (Jaén). La misma ha tenido lugar el pasado fin de semana, los pasados días 2 y 3 de junio.
Un reportaje de David López Corralo