El pasado viernes, se realizó en el municipio de Cobeta, situado en el Alto Tajo, una jornada demostrativa sobre resinación mecanizada. Durante la mañana, técnicos y agentes de la administración regional, resineros de la provincia y alcaldes y concejales de la comarca pudieron conocer de primera mano esta nueva técnica. En ella se utiliza un taladro con una fresa de corona que realiza incisiones en los pinos para producir la resina y recogerla en bolsas mediante la colocación de un implante plástico.
La jornada fue un éxito, con la participación de alrededor de 40 personas y la conclusión casi unánime en un sentir general. “La mayoría de los participantes vieron en esta innovación una alternativa de futuro para el sector, que aligera el trabajo y mejora los rendimientos. Pero todos se fueron con la necesidad de probar el sistema en nuestra comarca para poder asegurar su funcionamiento” comenta Basilio Rodríguez, técnico de la empresa GEA Forestal, organizadora de la jornada.
La nueva técnica elimina prácticamente todas las labores de preparación del pino, que se realizan entre Febrero y Abril, y comienza la campaña directamente en la fase de producción en Mayo. Permite además espaciar en el tiempo las picas, incisiones que se realizan al pino, de 15 a 21 días. Aunque el rendimiento en la realización de estas picas es menor en términos diarios, el mayor espaciamiento y la eliminación de la preparación hacen que los rendimientos generales sean mayores. Además facilita la recogida del producto, que se realiza en bolsas en lugar de en barriles como actualmente.
Según las experiencias de la empresa Xagoaza Pinaster, facilitadores de la jornada demostrativa, la producción final de resina con el nuevo método es similar o incluso superior a la producción con el método tradicional. El inconveniente principal de esta nueva técnica es la necesaria adaptación de la industria transformadora para poder extraer la resina de las bolsas, nuevos recipientes en los que se recolecta la resina.
Dentro del sector resinero cuesta encontrar innovaciones, pero además de esta nueva técnica, son muchos los resineros que de manera individual intentan facilitarse el trabajo del día a día. Algunos ejemplos de ello se pueden encontrar en nuestra provincia. En la comarca de Molina existen experiencias en el uso de carretillas motorizadas para facilitar la remasa o recogida de resina, o el uso de herramientas mecánicas de corte para mejorar la eficiencia del clavado, colocación de chapa metálica donde se sujeta el recipiente que recoge la miera.
En definitiva, a pesar de que el oficio de resinero, es tradicional y artesano, los resineros viven en el siglo XXI, e intentan aprovechar las facilidades que la tecnología nos aporta para poder hacer de esta labor que tantos beneficios aporta al medio rural y al medio ambiente, una actividad de futuro.