El pequeño municipio de Cobeta (Guadalajara) rinde este sábado un homenaje a la tradición y el oficio de los resineros, celebrando la primera Fiesta de la Resina. Una oportunidad única para conocer de cerca el trabajo de los resineros, las técnicas ancestrales de extracción de la resina y los secretos de todos sus procesos. Además, se quiere hablar de la resina del pino y sus múltiples aplicaciones.
La jornada está organizada por la Asociación Tras las Huellas y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Cobeta y Rewilding Spain.
“Desde la Asociación decidimos hacer una jornada de aprovechamiento de resina ya que históricamente ha sido un recurso muy importante para esta zona”, apunta Basilio Rodríguez, uno de los miembros de la Asociación Tras las Huellas.
Y es que con esta Fiesta Resinera se busca, igualmente, poner en valor la riqueza natural de Cobeta y el papel fundamental de la industria resinera en el desarrollo sostenible del municipio. Un evento que apuesta por la conservación de los bosques, la promoción del ecoturismo y la creación de empleo local.
Una jornada que se complementará con un concurso de clavado para demostrar las habilidades resineras y donde habrá premios locales, comida popular, espectáculos de calle y un pasapalabra resinero, todo ello amenizado con la rondalla de Cobeta y, finalmente, un concierto de rock a cargo del Grupo ‘In the autumn road’.
Cobeta ha estado ligada a la industria resinera desde tiempos inmemoriales, aunque los primeros registros que hablan de este tema se remontan al año 1880. Los bosques de pinos que rodean el municipio han sido fuente de sustento para muchas generaciones de resineros.
PRECIOS BAJOS
Uno de los problemas con los que se están encontrando los resineros es el bajo precio al que se está comprando la resina. Es por ello que, durante la celebración de esta primera Fiesta de la Resina, se leerá un manifiesto para reivindicar la dignidad del oficio. “Es un día festivo que queremos compartir con la gente del sector y con los vecinos, pero también queremos que se nos escuche y dar a conocer los problemas por lo que pasa el sector”, asegura Rodríguez.
Desde hace años, con el apoyo de la Diputación de Guadalajara, se han ofertado cursos de resineros en el Alto Tajo y en la Sierra Norte. “Es difícil asentar gente en el sector, ya que es un trabajo muy duro. A ello le tenemos que sumar el precio de mercado, que es muy bajo y, por desgracia, nosotros no tenemos las mismas ayudas que los agricultores o ganaderos«, concluye.
