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¿Cuál es el coste y el alcance real de recuperar zonas devastadas?

Los incendios y otras catástrofes ocasionan anualmente pérdidas económicas de miles de millones de euros en todo el mundo.

La recuperación de zonas devastadas es prioritaria. Los incendios y otras catástrofes ocasionan anualmente pérdidas económicas de miles de millones de euros en todo el mundo, entre las que se incluyen los costes destinados a devolver los espacios afectados a su situación original.

Por lo general, este coste es elevado, pues a los gastos materiales hay que añadir los esfuerzos encaminados a la selección de las zonas con mayor necesidad de intervención, el diseño de las actuaciones, la coordinación entre administraciones o el seguimiento y evaluación de los proyectos.

Se trata además de actuaciones con efectos a corto, medio y largo plazo, que requieren de inversiones continuadas en el tiempo y gran flexibilidad en la toma de decisiones.

LA RECUPERACIÓN DE ÁREAS QUEMADAS

Gran parte de los proyectos promovidos por Bosques Sostenibles abordan la recuperación de áreas quemadas.

Después de un incendio, el tipo de actuaciones a realizar varían en función de su virulencia, la vegetación afectada y otras características del terreno, pudiendo optar desde la no intervención, el apoyo a la regeneración natural o la repoblación, sin olvidar otras labores complementarias como el freno a los procesos erosivos, la restitución de elementos de importancia para la fauna, etc.

Por este motivo es esencial respetar unos plazos mínimos, valorados desde el punto de vista técnico, que permitan evaluar las diferentes alternativas y llevar a cabo una toma de decisiones adecuadas.

Una vez seleccionadas las actuaciones, estas deben diseñarse y planificarse en el tiempo, teniendo en cuenta su grado de eficacia, los posibles impactos derivados, el grado de empleo de mano de obra local, u otros aspectos como la pertenencia del espacio a figuras de protección o los posibles condicionantes legales.

Entre las actuaciones más comunes encontramos la plantación de arbolado autóctono, la realización de clareos y podas para mejorar la vitalidad del arbolado que haya podido resultar dañado, el aporte de semillas de leguminosas y gramíneas que mejoren la cobertura del suelo, y otras ligadas a las anteriores, como el tratamiento de los restos quemados, la mejora de las infraestructuras de acceso o la instalación de medios de protección como vallados.

Proyectos de este calado, requieren del consenso no sólo de promotores, propietarios públicos o privados y administraciones gestoras, sino que necesitan de la implicación de la población local y otros agentes con intereses sobre el aprovechamiento de los recursos de las zonas afectadas y su uso recreativo.

Para ello, se procede a la firma de convenios entre las partes para la asignación de roles y responsabilidades entre los implicados y se fomenta la participación pública, garantizando así un entorno favorable al desarrollo de las actuaciones.

Resulta fundamental establecer un protocolo de seguimiento y evaluación de las actuaciones que permita evaluar sus efectos, analizar el grado de consecución de los objetivos de restauración y corregir posibles desviaciones. Tecnologías de máxima actualidad como los sensores a bordo de satélites y drones unidas a las inspecciones en campo permiten el reporte de datos periódicos de gran utilidad.

LA PREVENCIÓN DE DESASTRES ES CLAVE

Visto el largo camino que se ha de recorrer tras un incendio u otro tipo de desastre, solo cabe trabajar en su prevención. Una gestión responsable de los espacios naturales contribuirá a evitar males mayores, como incendios más virulentos y de consecuencias catastróficas.

Los expertos aseguran que la planificación e inversión son la base de la prevención de desastres; como también lo es combatir el cambio climático. Hay que destacar el plan de la UE para la emergencia climática aprobado en 2019: este Pacto Verde Europeo reúne una serie de medidas con el fin de alcanzar las cero emisiones para el año 2050.

Un plan de recuperación ante desastres que incluya la reforestación contribuiría a este fin. En este punto entra en juego Bosques Sostenibles, con su dilatada experiencia en plantar en zonas devastadas los árboles que les devolverán la vida. Nuestro trabajo es destacado como caso de éxito en España por Eustafor, que representa a las organizaciones europeas centradas en la gestión de los bosques.

La recuperación de zonas devastadas es, como ya sabes, vital para el cuidado del medio ambiente. Los esfuerzos y la inversión que requiere son imposibles de cuantificar. Solo si cuidamos de la naturaleza, evitaremos las catástrofes. Contacta con BOSQUES SOSTENIBLES si deseas más información al respecto.