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El cultivo del chopo: Un negocio prometedor

España es uno de los países que mejores condiciones reúne para la populicultura.

España es uno de los países que mejores condiciones reúne para la populicultura o cultivo del chopo. Se trata de un árbol que requiere para su crecimiento mucha luz, agua y terrenos aluviales, características que se dan en diversos lugares de nuestra geografía.

La zona de España en la que se cultivan más árboles de esta especie es, con diferencia, Castilla y León, que acapara el 60% del total nacional con unas 60.000 hectáreas de chopo; la razón es que esta comunidad, además de contar con esas tres características, tiene un clima seco en verano y sufre fuertes heladas en invierno, lo que impide el desarrollo de enfermedades y plagas que puedan poner en peligro el buen desarrollo de los chopos.

La populicultura es una actividad muy beneficiosa para todos quienes participan en ella: los propietarios de fincas en zonas de ribera, los profesionales que se dedican a su cuidado y las empresas madereras que se nutren de esta preciada materia prima; por todo ello la populicultura es una importante fuente de beneficio para muchos actores del medio rural.

De hecho, el cultivo del chopo ha experimentado un notable auge en la última década y las expectativas de demanda de este tipo de madera en los próximos años están muy por encima de su prevista disponibilidad, lo que hace del cultivo del chopo una apuesta segura para el futuro. Y para muestra, un botón: en la última subasta de chopos organizada a finales de noviembre por Facfyle (Federación de Asociaciones Forestales de CYL) se adjudicaron 22.000 metros cúbicos de madera por un valor de 1,3 millones de euros, de lo cuales Garnica compró las dos terceras partes.

¿Por qué incentivar y promover el cultivo del chopo?

El chopo tiene una importancia capital dentro de Castilla y León. La populicultura representa solo el 2 por ciento del total de la superficie plantada en la región, pero proporciona el 20 por ciento de la madera que sale al mercado y el 50 por ciento del valor total de esta materia prima vendida.

Por otro lado, las choperas están consideradas como muy sostenibles y, por tanto, son muy beneficiosas para el medio ambiente: una hectárea de plantación de chopos suele tener unos 300 ejemplares, que capturan cada año unas 10 toneladas de CO2 de la atmósfera. Otro beneficio adicional al cuidado del medioambiente de estos árboles es que estabilizan las riberas de los ríos y protegen a los cultivos adyacentes del aire.

Hay otra razón medio ambiental: el chopo es un cultivo ecológico. El mundo necesita plantaciones de crecimiento rápido. Actualmente en el mundo, el 7% de la superficie forestal son plantaciones y aportan el 50% del volumen de madera total que utiliza la industria

Todo esto indica que en el futuro seguirán incrementándose las masas forestales de plantaciones. Una de las mayores amenazas para el planeta es el cambio climático; el Foro Económico Mundial de Davos recomienda sustituir productos derivados del petróleo, como los plásticos, por productos biológicos, que incluso son más eficientes que el cemento, el ladrillo o el acero para la construcción.

Ante este escenario el sector forestal va a ser clave en el crecimiento del siglo XXI. Y los chopos, “el árbol del siglo XXI”, tienen una gran oportunidad en este contexto, porque además de crear una gran riqueza ecológica y social, son económicamente rentables y lo van a ser aún más.

Garnica