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Detectada las presencia de garrapatas transmisoras de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo en cuatro comunidades autónomas

El Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales ha dado la alerta.

Algunos parásitos hallados en Extremadura, Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha y Castilla y León, sólo en el caso de una picadura, pueden transferir a humanos el virus de Crimea-Congo, causante de la fiebre hemorrágica viral, con una tasa de mortalidad del 10 al 40% según la OMS.

Las garrapatas constituyen uno de los grupos de parásitos externos más importantes que existen, no solo por los daños directos que ocasionan a los animales silvestres, al ganado y a los animales de compañía, sino también por la gran cantidad de enfermedades que transmiten. Todas ellas son hematófagas, es decir, se alimentan de la sangre del animal parasitado. En Europa y España, aunque hay varias especies de garrapatas, las más frecuentes son tres: Rhipicephalus sanguineus, Ixodes ricinus y Dermacentor reticulatus.

Para alimentarse, las garrapatas cuentan un aparato bucal especial con el que se que se adhieren con fuerza, perforan la piel y succionan la sangre del hospedador. Esta es la causa por la que es tan importante que se ejecute de forma correcta la maniobra para arrancar o desprender este mecanismo bucal complejo del hospedador. Si se ejecuta erróneamente es muy probable que el aparato bucal se quede dentro de la piel complicándose su extracción.

La garrapatas se encuentran normalmente ocultas entre la vegetación herbácea, matorrales y arbustedas de menor o mayor talla, en zonas boscosas, forestas arbustivas, herbazales y matorrales densos o áreas más abiertas como las dehesas.

Aunque las garrapatas se encuentran presentes en el medioambiente durante todo el año, se debe prestar especial atención a los meses más calurosos del año, puesto que el calor activa su ciclo de vida. Por el contrario, las temperaturas muy bajas provocan su falta de actividad, y las heladas intensas afectan directamente a su población, mermando considerablemente su número, aunque siempre quedan reservorios que hacen que vuelvan a aparecer.

Las garrapatas pueden transmitir enfermedades mortales puesto que algunos individuos pueden estar infectados con una amplia variedad de organismos patógenos, que se transmiten con su picadura durante el proceso de alimentación (ingestión de sangre), junto con su saliva. En España, según datos aportados por el Ministerio de Sanidad, las más frecuentes enfermedades transmitidas por garrapatas son algunas rickettsiosis y la borreliosis de Lyme. Además, de forma ocasional se han descrito casos de anaplasmosis, babesiosis, tularemia y fiebre de Crimea-Congo, está ultima diagnosticada en 2016.

El riesgo de transmisión de las enfermedades ocurre mayoritariamente durante las primeras 48 horas después de la fijación de la garrapata en la piel del hospedador. Para limitar este riesgo, es prioritario seguir una serie de pautas y consejos que reduzcan el riego de parasitación y apostar por una prevención efectiva.

Recomendaciones del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural para prevenir la picadura de una garrapata

Estas recomendaciones deben tenerlas presentes todos aquellos profesionales o grupos de población que desarrollan su trabajo u ocupación en el campo entre vegetación, ganado, fauna silvestre y toda clase de ecosistemas o espacios naturales. También aquellas aficionados al senderismo, los que realicen alguna actividad en contacto con la Naturaleza por campos y floresta, o la práctica de cualquier tipo de deporte relacionado con las zonas de riesgo anteriormente expuestas; y cómo actuar en el caso de que se produzca algún caso de parasitismo.

Es evidente que la mejor manera de prevenir las enfermedades transmitidas por garrapatas es evitar su picadura. Por ello, recomienda:

1. Contar con una equipación y ropa adecuada. Se deben prescindir el uso de calzado abierto como pueden ser las sandalias o chanclas, procurando usar siempre botas cerradas con calcetines que deben cubrir la parte inferior de los pantalones. Se debe usar, aunque haga calor, camisas o camisetas de manga larga y pantalón largo todo ello de color claro ya que de esta forma será más fácil detectar si hay alguna garrapata sobre ella.

2. Evitar, en la medida de lo posible, el contacto con la vegetación, usando los caminos, sendas y paseos habilitados que se encuentren en el monte.

3. Utilizar repelentes autorizados y hacer caso a las indicaciones de uso de la etiqueta o folleto explicativo del producto.

4. Extremar las precauciones si se sale al campo con animales de compañía. En este caso se recomienda que los animales vayan con un antiparasitario externo autorizado por un veterinario.

5. Eludir sentarse en el suelo en la zonas con abundante vegetación.

6. Después de una salida de campo debemos examinar la ropa y la piel en busca de garrapatas y, en caso de encontrar alguna, eliminarla de forma segura (se recomienda quemarlas o meterlas en un bote con alcohol, nunca tirarlas por los desagües)

¿Qué hacer en caso de una picadura de una garrapata?

Debe quedar claro que no todas las garrapatas transmiten enfermedades, ni pican a humanos. Existe una cierta especificidad y cada especie de garrapata transmite (en el caso de que esté infectada) un determinado patógeno. En caso de picadura de una garrapata hay que extraerla lo antes posible; evitando remedios tradicionales como aceite, petróleo o calor.

Se aconseja el uso de pinzas de borde romo, sujetándola firmemente lo más cerca posible de la piel y tirar de ella suavemente hacia arriba y en sentido contrario al cuerpo de la garrapata, y luego limpiar bien la herida con agua y jabón o ir directamente a un centro de salud. Es importante conocer que una garrapata infectada que se adhiera a una persona necesita al menos 48 horas para transmitir el virus, con lo cual es muy importante hacerse una revisión después de ir de una salida de campo.

Igualmente debemos saber que puede haber transmisión entre seres humanos en casos de contacto estrecho con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de personas infectadas. Aunque el riesgo de aparición de casos de fiebre hemorrágica Crimea-Congo continúa siendo bajo, no podemos bajar la guardia.

Signos y síntomas

La duración del periodo de incubación depende del modo de contagio del virus. Después de la picadura de garrapata, la fase de incubación es generalmente de uno a tres días, con un máximo de nueve días. El periodo de incubación tras el contacto con sangre o tejidos infectados es normalmente de cinco o seis días, con un máximo documentado de 13 días.

Los síntomas comienzan de forma súbita, en forma de fiebre, mialgia (dolor muscular), mareo, dolor y rigidez de cuello, lumbago, cefalea, irritación de los ojos y fotofobia (hipersensibilidad a la luz). Puede haber otro tipo de síntomas como náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y dolor de garganta al principio, seguidos de bruscos cambios de humor y confusión. Al menor indicio se debe recurrir a un centro médico informando de la posible picadura.