Con un invierno y principios de primavera especialmente secos y ausentes de precipitaciones, las expectativas no resultaban nada favorables a una temporada que se avecinaba muy dura. La vegetación había crecido muy poco y las cosechas se habían echado a perder en muchos casos. Las lluvias del final de la primavera y principios de verano, atípicas y poco frecuentes, han dado una tregua a la propagación de los incendios forestales, que siguen sucediendo, pero con una menor incidencia en superficie al permitir que la eficacia de los medios de combate sea mucho mayor, prolongando o desplazando la campaña hacia un final de verano y otoño muy complicados.
Es precisamente en estos momentos cuando no hay que bajar la guardia de ninguna manera, ni por parte de las administraciones que trabajan en esta difícil tarea, ni por parte del conjunto de la sociedad, pensando que el peligro ya ha pasado.
El Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados de Ingeniería Forestal y del Medio Natural quiere recordar que el peligro de incendios forestales en nuestro país está presente y no debemos bajar la guardia
Campañas pasadas nos han enseñado que esta situación, en caso de que no haya precipitaciones significativas, y con altas temperaturas, como está sucediendo estos días, puede revertirse en cualquier momento y prolongarse hasta el mes de noviembre.
Necesitamos de la implicación de todos y del apoyo de los medios de comunicación para recordar a la población que aún queda mucho en esta campaña, que aún podemos sufrir graves consecuencias en nuestra superficie forestal.
Hay que permanecer en alerta, ya lo están los operativos autonómicos y nacional que merecen y necesitan de todo nuestro apoyo, y pedimos que se sume a la misma el conjunto de la ciudadanía, extremando la prudencia en todas aquellas situaciones que puedan provocar incendios. Disfrutemos de ese gran patrimonio que es nuestro medio natural, pero cuidémoslo para poder seguir disfrutando de él durante muchos años.