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El monte de Laxoso se pone en marcha de nuevo

FSC, Carrefour y Mahou San Miguel se unen para reforestar un área
incendiada en 2017.

El Monte Vecinal en Mano Común de Laxoso, Ponte Caldelas, Pontevedra tiene una superficie de 398 hectáreas, 40 de las cuáles fueron devastadas por un incendio en 2017.  El área de reforestación es de 7 hectáreas con 8.000 árboles autóctonos de Pinus Pinaster o también llamado pino marítimo o pino gallego, mediante sistema de reforestación que se realiza planta a planta, con el fin de asegurar el máximo éxito y será supervisada por Xeos ingeniería.

El monte de Laxoso está integrado en el Grupo de Certificación FSC Alvariza desde 2016, gestionado por Enxeñería Forestal Asefor. Se trata de un Monte Vecinal en Mano Común, figura de propiedad típica de Galicia, por lo que todos los habitantes de la Parroquia de Ponte Caldelas son copropietarios; y se benefician de los productos y servicios que obtienen a través de su actividad y gestión forestal sostenible, verificadas mediante sello FSC de gestión forestal responsable.

“En Galicia, tal y como ha señalado, José Luis Chan Rodríguez, director general de Planificación y Ordenación Forestal. Conselleria do Medio Rural, Xunta de Galicia, alrededor de 680 mil hectáreas de bosques pertenecen a montes vecinales” y ha destacado “el importante papel de la certificación de grupo para ayudar a los propietarios a gestionar y rentabilizar sus bosques”.

M. Carmen Larriba García subdelegada del Gobierno de Pontevedra ha destacado “el papel clave del sector privado en la lucha contra el cambio climático, favoreciendo e invirtiendo en acciones de reforestación como la realizada en Luxoso, que permiten aumentar el almacenamiento y secuestro de carbono”.

Tras un incendio lo más importante es evitar pérdida de suelo por arrastre de lluvia o viento, que provocan erosión, lo cual dificulta la posibilidad de enraizamiento de nuevas especies arbóreas. Una vez se realiza el aporte de materia orgánica, se realizan las acciones de contención de las zonas con más sensibilidad y de mayor pendiente; y se espera a la regeneración de especies arbustivas y herbáceas, se procede a las actuaciones de reforestación del área incendiada.

Después de la reforestación, se realizarán desbroces cada 2 años al menos, para controlar los matorrales, y se realizará poda baja a los 4 o 5 años; se desarrollará una silvicultura responsable compatible con la obtención de madera de calidad, con turnos de corta final de 35 o 40 años, para volver a regenerar posteriormente las masas forestales.

Además, la gestión forestal certificada  FSC en este bosque, implica el cumplimiento  de las normativas locales, nacionales e internacionales,  establece un 10% de esta superficie como área exclusivamente destinada a la conservación sin actividad productiva, se protegen zonas definidas por sus altos valores de conservación (paisajísticos, diversidad de especies vegetales, ecosistemas, biodiversidad, culturales e históricos), se realizan seguimiento de condiciones y derechos laborales del equipo de profesionales responsable de mantener el bosque;  y se integra e involucra a la comunidad de propietarios y a las empresas locales con el fin de generar mayor rentabilidad de los productos forestales, impulsar su desarrollo económico y mejorar su calidad de vida.

CONSECUENCIAS DEL INCENDIO DE 2017: EMPEZAR DE NUEVO

En 2017 las masas forestales de Pinus pinaster de este bosque se encontraban en proceso de crecimiento, contando con 15-18 años, es decir a mitad de proceso de crecimiento hasta alcanzar los 40 años, momento en el cual se habría realizado su corta, dentro de su plan de gestión forestal sostenible; y la rentabilidad de la madera habría ascendido a los 500.000 euros. A estas pérdidas, habría que añadir las inversiones y actividades forestales realizadas hasta el momento del incendio; y las nuevas inversiones para preparar el área devastada y gestionar las nuevas plantaciones.

La acción de reforestación emprendida por FSC, Carrefour y Mahou San Miguel permitirá paliar las pérdidas ocasionadas; y ayudar a la comunidad de propietarios a continuar son su actividad forestal sostenible, favoreciendo el desarrollo económico rural.