ENCE es una empresa productora de celulosa y de energía eléctrica. Todas sus materias primas son vegetales; la mayor parte es madera, aunque además emplea residuos agrícolas y forestales.
“Siempre en el foco de los ambientalistas, porque gestionamos plantaciones, practicamos ciclos intensivos de producción y tenemos fábricas pasteras, próximas a rías, somos habitualmente sospechosos de algo”, se lamenta Luis Javier Sánchez, Jefe de Sostenibilidad Forestal y Sistemas de Gestión en el Grupo Empresarial ENCE, quien pone el acento en la política de responsabilidad ambiental de la empresa.
ENCE consume cerca de 3 millones de metros cúbicos de madera, provenientes de unos 4.000 propietarios diferentes y en torno a 400 empresas de suministro de madera, para la producción de 1 millón de toneladas de pasta de celulosa.
En sus propias fincas, ENCE genera sólo el 5% de la madera que consume. Otro 60% se lo venden suministradores; personas que buscan a propietarios, que gestionan la madera, la cortan y la venden a ENCE. Y el resto es madera fruto de las compras en pie, esto es, comprada a un propietario que ha gestionado su monte, ocupándose ENCE de la corta y el transporte.
En torno a 2011 ENCE sólo incorporaba a su cadena de producción un 5% de madera certificada. Hoy el 90% de los 3 millones de m3 de consumo anual es madera certificada. De ésta, el 80% tiene los sellos PEFC y FSC.
“Este ha sido un paso muy importante en la compañía –afirma Luis Javier Sánchez-. Que no hubiese certificación o una verificación contra un estándar no significa ni mucho menos que no hubiese, en general, una gestión responsable del monte”.
Con todo, ENCE ha desembocado en pocos años en una gestión fácilmente trazable, certificable por tercera parte, y en cual los propietarios se implican y colaboran cada vez más.
Ahora, también, MADERA JUSTA
Recién llegada a la Plataforma MADERA JUSTA, la prestigiosa compañía ENCE demuestra una vez más su firme voluntad de afianzar con este sello de gestión forestal sostenible su responsabilidad social corporativa.
“Nosotros no somos una ONG –aclara Luis Javier Sánchez-. Somos una empresa pura de mercado, compleja, con mucha intensidad financiera y económica”.
ENCE no está trabajando con países del sur. Toda su actividad forestal está en España y en Portugal. “Aunque sí estamos en el sur de los países del norte –sostiene Luis Javier Sánchez- y en un sector económico, el forestal, muy poco profesionalizado, poco mecanizado y sin la visión empresarial que se tiene en el resto de Europa”.
“Sí tenemos unos compromisos, firmes, que hemos implantado y vamos consolidando –explica-. Entre otros, existe el compromiso medio ambiental; trabajamos en el monte, con madera, y producimos celulosa y energía renovable. Asimismo, ENCE está firmemente comprometida con el medio forestal en que nos movemos”.
ENCE inició su andadura en la certificación con PEFC. Poco después incorporó también FSC, consciente de que el mercado y la sociedad lo imponían. A la gestión responsable del recurso se suma un componente social, que coincide con una política firme de acercamiento de ENCE al propietario rural.
“Seguimos comprando a los suministradores, pieza clave en nuestro negocio, pero nos estamos volcando en el propietario forestal –remarca Luis Javier Sánchez-. Esto tiene mucho que ver con la responsabilidad social, y finalmente también con la certificación MADERA JUSTA”.
En su actividad forestal, ENCE pretende valorizar no solo el producto, sino todo el proceso productivo, y también la gestión. Por ello, también ha comenzado a medir la huella social, la huella ambiental y, a partir de este año, la huella hídrica. Sus aliados son ONGs ambientalistas y también de carácter social, como COPADE.
“El sector forestal es un sector muy importante para este país. Somos una de las mayores potencias forestales de Europa y podríamos ser muy competitivos. El sector puede generar rentas que deberían quedarse en el mundo rural –opina Luis Javier Sánchez-. Si generamos empleo y contribuimos a la fijación de la población rural, no todas las rentas marcharán a la ciudad, al bolsillo del propietario absentista”.
¿Por qué MADERA JUSTA?
La propuesta de MADERA JUSTA cae en terreno abonado, y encaja perfectamente en la política de responsabilidad social que ENCE viene desarrollando. “Si bien es cierto que la certificación forestal alude también a lo social, la certificación de Comercio Justo va más allá”, observa el Jefe de Sostenibilidad Forestal y Sistemas de Gestión en el Grupo Empresarial ENCE.
“España es también, en términos forestales, el sur de Europa”
“MADERA JUSTA nos exige unos compromisos establecidos en el sistema de certificación, y sugiere unos requisitos voluntarios, a mayores, con nuestra cadena de suministro. Un comportamiento determinado con nuestros proveedores. Por supuesto, también con nuestros clientes”.
Esta política ha acelerado e intensificado el acercamiento de ENCE a las asociaciones de propietarios forestales. Y es una herramienta útil para potenciar el sector forestal.
En un primer paso, a nivel interno, la prestigiosa compañía forestal está practicando un Comercio Justo, con máquinas vending y papel, y trabajando con la banca ética, de la mano de TRIODOS. “Poco a poco, el personal de la empresa percibe que se están haciendo las cosas de una manera diferente”.
ENCE se propone certificar toda su producción de pasta de celulosa con MADERA JUSTA. Para mediados de este año, el objetivo es cumplir todos los indicadores del Nivel C. Toda vez que se cumplan y consoliden los del Nivel A y B.
“MADERA JUSTA nos va a servir para diferenciar nuestro producto”
“Certificar el producto es fácil –considera Luis Javier Sánchez-. Lo complicado será realizar la difusión, aguas arriba, hacia la producción. Para aprovechar las ventajas de posicionamiento en el mercado y demostrar a nuestros accionistas que la certificación también tiene un sentido de rentabilidad. Somos la principal empresa compradora de madera en España, y tenemos cierta capacidad de lanzar cosas, sin necesidad de imponerlas. Pues bien, queremos hacer llegar el valor de la certificación MADERA JUSTA a través de las asociaciones forestales. También nos gustaría involucrar a las administraciones. Lo primero, evidentemente, es explicarles en qué consiste todo esto. Es lluvia fina. Estamos filtrando el Comercio Justo en boletines informativos, jornadas técnicas y en la transmisión de know how a los propietarios forestales”.
El sello MADERA JUSTA es joven, pero el concepto de COMERCIO JUSTO es conocido y creíble.