Más de 200 profesionales del sector forestal, la industria de la madera y prescriptores se dieron cita en el encuentro Piñeiros, organizado por la Fundación Arume y celebrado en la Cidade da Cultura de Santiago de Compostela. En el encuentro se analizó la oportunidad que se le abre al sector forestal con la irrupción de la construcción industrializada en madera, una tendencia en auge en Europa y que está despegando en la Península Ibérica.
La cita comenzó con el coloquio “Los montes de pino, la sostenibilidad del recurso y la industria de la madera”, y contó con las intervenciones de Susana Carneiro (Centro Pinus, Portugal) y de Juan Picos y Julia Armesto (Escuela de Ingeniería Forestal de Pontevedra, Uvigo). Estos últimos presentaron el Inventario Forestal Continuo de Galicia.
“En cuanto ese Inventario esté finalizado, se podrá hacer un diagnóstico de la situación de los montes de coníferas en la comunidad, pero desde la perspectiva del sector y de la propia Administración ya se avanza que son necesarias más plantaciones de pino en monte, y en masas sometidas a cuidados silvícolas, para garantizar la producción de suficiente madera de calidad en los próximos años”, explicaron.
La relevancia de este proyecto es que la gente tenga acceso a toda la información de las parcelas. “No solo queremos quedarnos con los que hay o habrá, sino también saber qué es lo que estará disponible para el suministro de madera, si es resiliente o quiénes son los propietarios y quiénes los serán en un futuro”, apuntó Picos.
El segundo bloque temático se centró en las oportunidades de mercado que se le presentan al recurso. Bajo el título “La madera como material esencial en la construcción”, se contó con las intervenciones de Daniel Ibañez, director del Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña; de Juan Antonio Gómez – Pintado, presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de España; de Sandra Llorente, directora general de Lignum Tech; y de Antonio Carlos Rodrigues, director general del Grupo Casais. Moderó Emma Romero, de la plataforma Wood is Wood.
El empleo de la madera en las estructuras de los edificios representa un cambio de paradigma, pues la edificación en altura con madera reduce de manera sustancial los tiempos de construcción, al llegar todas las piezas a obra con las medidas y cortes precisos.
“En el País Vasco, un proyecto de edificación de 68 viviendas en madera finalizó su montaje en 12 semanas” – puso como ejemplo Ibáñez. “La madera tiene un gran potencial en edificios de altura media, 6 – 12 plantas, de cara a promover una construcción más ecológica, pues el 60% de la huella de carbono de un edificio está en la construcción”, subrayó.
En España se construyen cada año más de 160.000 viviendas, de las que actualmente menos del 1% se levanta en madera estructural, una tendencia que se espera que cambie radicalmente en los próximos años. “Queremos introducir la madera como gran protagonista en la construcción en este nuevo futuro que está por venir”, cerró Ibáñez.
Por su parte, Gómez-Pintado, destacó tres objetivos clave para lograr una mayor presencia de la madera estructural en la construcción. “En primer lugar, se precisa una mayor capacidad de industrialización de la madera para construcción, para lo cual es necesaria la obtención de buena materia prima en los montes y tecnología para su transformación. En segundo lugar, hay que reducir costes, con lo que llegaremos al tercer objetivo, facilitar un mayor acceso a la vivienda”, detalló. “Si no mejoramos la capacidad de acceso a la vivienda de la ciudadanía, el impacto que tendremos será insuficiente”, valoró. Terminó su intervención asegurando que “existe una gran oportunidad para la madera siempre que esté bien gestionada la silvicultura”.
Tanto Llorente como Rodrigues comentaron la importancia del uso de la madera para combatir el cambio climático, recordando que en la Península Ibérica hay una importante masa forestal.
El último de los bloques temáticos se tituló “La cooperación Galicia – Portugal” e incluyó dos relatorios. Un primero sobre los retos de la mejora genética y de la resiliencia en los montes de coníferas, a cargo de Raquel Díaz (Centro de Investigación Forestal de Lourizán) y de Isabel Carrasquinho, del Instituto Nacional de Investigação Agrária y Veterinária. El segundo relatorio de este último bloque abordó una experiencia de cooperación trasnacional de otro sector económico con peso en Galicia y Portugal, el metalúrgico, con una intervención de la Federación Luso-Galaica de Industriales Metalúrgicos.
El acto fue clausurado por el conselleiro de Medio Rural, José González, y contó en la inauguración con la participación del director de la Axencia Galega da Industria Forestal XERA, Jacobo Aboal, con la del propio presidente de la Fundación Arume, José Carballo, y con el presidente del Centro Pinus, Joao Gonçalves.
Una reunión excelente sobre la madera en la construcción.