Las astillas de chopo son fragmentos con una granulometría uniforme obtenidos mediante el triturado por cuchillas de los restos de corta no aptos para el desenrollo, tales como el ramaje y aquella parte del tronco con un diámetro inferior al adecuado para tal fin.
Triturando este tipo de material se pone en valor un subproducto que hasta hace pocos años no se aprovechaba y que acababa quemándose para dejar las fincas limpias, emitiendo grandes cantidades de CO2 a la atmósfera, además de generar un gasto en la gestión de los residuos de las talas de chopos.
La astilla de chopera presenta un bajo contenido de humedad si se gestionan los restos de forma correcta, siendo su granulometría uniforme uno de sus principales características, lo que proporciona un resultado excelente en calderas de biomasa.
Garnica es líder en la producción de astilla de chopera, generando un volumen de más de 90.000 toneladas al año que, gracias a ello, no son liberadas a la atmósfera mediante su eliminación por quema, además de contribuir a la valorización de una especie tan sostenible como es el chopo.
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