La Comunidad Autónoma de Murcia va a poner en marcha una serie de actuaciones en montes públicos de la Región, por importe de algo más de un millón de euros, para realizar tareas de prevención de incendios y reaprovechar la biomasa resultante de los trabajos para su venta, que contribuirá a la financiación de la actuación en un 40 por ciento aproximadamente.
En concreto, las labores se realizarán por parte de la Dirección General del Medio Natural, de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, en las sierras de Espuña, La Pila, Ricote y Rambla de Gilico, en áreas pertenecientes a los términos municipales de Alhama de Murcia, Abarán, Ricote y Cehegín, respectivamente.
Las actuaciones están financiadas por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) en un 63 por ciento y por la Comunidad Autónoma en la cantidad restante. Mediante ellas se actuará sobre una superficie de 657 hectáreas, en donde que se extraerán más de 11 toneladas de biomasa, lo que representa algo más de 20 toneladas de combustible forestal por hectárea, de cuya venta se obtendrán unos 390.000 euros. Al tiempo, se llevará a cabo la mejora de 41 kilómetros de pistas forestales.
Los trabajos de aprovechamiento de biomasa promovidos por la Consejería contribuyen a la lucha contra el cambio climático, fomentan la economía rural y suponen un freno a la amenaza de los incendios forestales. De hecho, el aprovechamiento de bioenergía procedente de los montes contribuye al consumo eficiente de energía y al uso de energías renovables, tan destacables en la nueva Ley Nacional de Cambio Climático y Transición Energética.
Los trabajos se llevarán a cabo en los montes públicos de los municipios de Abarán, Alhama de Murcia, Cehegín y Ricote
La Estrategia Forestal de la Región de Murcia se apoya en principios esenciales para la gestión de los montes como la sostenibilidad, la multifuncionalidad y la biodiversidad. Entre sus objetivos generales se encuentra la mejora del estado de los montes y los sistemas forestales, asegurando el cumplimiento de sus múltiples funciones, salud y persistencia. Al amparo de la citada estrategia forestal, la Consejería cuenta con un Plan de Acción de Política Forestal, que se estructura en 10 programas operativos atendiendo la gestión forestal.
Entre los beneficios destaca la mejora de la infraestructura verde, ya que la ejecución de cortas de diferente naturaleza tiene efectos muy positivos sobre la adaptación de las masas al cambio climático, la modificación de la estructura de los modelos de combustible y la persistencia de las masas forestales a largo plazo. Además, a ello se suma el fomento de una economía baja en carbono, pues el aprovechamiento de la biomasa extraída de los montes como energía evita la emisión a la atmósfera del CO2 equivalente a 1.000 turismos que recorran durante su vida útil una media de 215.000 kilómetros.
Otro de los beneficios es el fomento del empleo en zonas rurales, en tanto que el desarrollo de las actuaciones previstas en estos proyectos requiere la participación directa de recursos humanos especializados en señalamiento de masas forestales, corta de árboles, manejo de maquinaria específica, gestión de recursos bioenergéticos, transporte y otras actividades. A la vez, existen multitud de sectores beneficiados de forma indirecta, entre los que destacan los de las energías renovables, las industrias de calderas, obra civil o servicios de consultoría, entre otros.
Finalmente, se produce el fomento tecnológico y económico en el sector forestal, habida cuenta de que los proyectos exigen la utilización de maquinaria específica para el aprovechamiento de biomasa, que no es habitual en las obras tradicionales, y que permite tecnificar y aumentar el rendimiento de estas obras forestales. La innovación tecnológica, la mejora de los rendimientos y el sistema de contratación empleado contribuyen a la activación socioeconómica del sector forestal en la Región de Murcia.