A estas alturas del año comienza a verse la bajada de los pinos de la oruga procesionaria y sus largas hileras en busca de un lugar donde enterrase y empezar su metamorfosis. Algo que habitualmente ocurría en los meses de abril y mayo pero que las suaves temperaturas invernales de los últimos años han ido adelantando. Es por ello que alguno ayuntamientos como el de Madrid o Zaragoza han adelantado sus tratamientos.
El Cuerpo de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid (CAF), encargado de revisar y evaluar la presencia de esta especie para controlar su propagación, ha divisado este año más bolsones en zonas altas de Pinus sylvestris, debido a la ausencia de bajas temperaturas este invierno. La labor de estos profesionales consiste en cumplimentar unas fichas para determinar la situación de estos lepidópteros en una zona delimitada y comprobar si se deben tomar medidas como la aplicación de insecticidas, instalación de trampas de feromonas u otras acciones para su desaparición.
La conocida en términos entomológicos como Thaumetopoea pityocampa vive un aumento de su población en los últimos años debido a los otoños cálidos y secos, que les son muy favorables. Son capaces de producir grandes daños en las masas forestales, propiciando la aparición de otras plagas y disminuyendo el vigor del arbolado, al que convierten en más sensible a los incendios. Además, pueden perjudicar la salud de los animales de compañía como perros, que pueden sufrir daños severos en la lengua (necrosis) y, en algunos casos, hasta la muerte, cuando se encuentran en entornos urbanos como parques y jardines.
Estas larvas habitan en bolsones ubicados en los pinos, de cuyas hojas se alimentan. Durante los meses de invierno y el comienzo de la primavera, nacen y empiezan a verse los primeros nidos en los extremos de las ramas. Cuando las condiciones climatológicas son favorables, bajan al suelo para enterrarse formando una especie de procesión, de ahí el origen del nombre. En verano, culminarán la metamorfosis al convertirse en mariposas y reproducirse.
Por su parte, el Ayuntamiento de Zaragoza, por medio del Servicio de Parques, Jardines e Infraestructura Verde, está retirando los nidos, los llamados bolsones, de las zonas en las que pueden tener mayor afección a la ciudadanía. Además se están instalando anillos para la captura de la oruga en árboles para evitar que la procesionaria descienda por el tronco y llegue al suelo. Es a lo largo de estos meses finales de invierno y primavera cuando se entierran en la tierra para convertirse en crisálida y emergen en verano convertidas en mariposa adulta.
Estas dos medidas se suman a las que se han venido desarrollando durante el pasado otoño, con tratamientos puntuales de endoterapia en algunas zonas especialmente sensibles, como patios escolares, parques con alta presencia de zonas infantiles o densidad de mascotas. En estos espacios se inyecta en el tronco de los pinos un producto fitosanitario adecuado y autorizado.
También se instalaron trampas para atraer a los adultos macho (mariposas) con un doble objetivo: hacer un seguimiento de la población de procesionaria y disminuir las cópulas y con ello reducir la aparición de nuevos insectos.
Esta Estrategia de Sanidad Vegetal se completa con la instalación de cajas-nidos que ayuden al desarrollo de las aves que se alimentan de orugas de la procesionaria como el carbonero común, el herrerillo, el mirlo, el cuco o la abubilla, y también los murciélagos. Para ello el Ayuntamiento de Zaragoza trabaja en colaboración con SEO-BirdLife en las zonas de más incidencia de procesionaria.
Zaragoza cuenta en su ámbito urbano con más de 15.000 pinos, de los cuales 7.000 ejemplares están en el viario, por lo que la estrategia del área de Medio Ambiente se centra en las labores preventivas para mantener la procesionaria en sus niveles mínimos. El año pasado la puesta en marcha de esta innovadora Estrategia de Sanidad Vegetal consiguió disminuir drásticamente la presencia de procesionaria en los parques y zonas verdes de Zaragoza. Si en el ciclo 2021-2022 se retiraron de los árboles de la ciudad más de 9.000 bolsones, en 2023-2023 se retiraron alrededor de 1.800.
RECOMENDACIONES A LA POBLACIÓN
El Cuerpo de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid ofrece una serie de recomendaciones a la población, para evitar posibles daños en su salud y en la de sus animales de compañía. Así, se aconseja evitar cualquier contacto con los nidos y con las orugas, ya que sus pelos urticantes, que incluso pueden ser trasladados por el viento, podrían provocar reacciones alérgicas en la piel. En caso de que ésta sea grave, se debe llamar al teléfono de emergencias 112 o acudir a un centro sanitario.
Hay que evitar pasear bajo los pinos afectados o cerca de ellos, y en caso de transitar por estas zonas, cubrirse la mayor parte del cuerpo, llevar gorra y gafas y evitar frotarse los ojos. En caso de haber tenido contacto, conviene ducharse y lavarse la cabeza lo antes posible, así como la ropa utilizada.
Los niños deben ir sujetos por los adultos para evitar que toquen estos insectos. En el caso de las mascotas, es muy peligroso que entren en contacto con estos lepidópteros y, especialmente, que las ingieran, ya que pueden ocasionar graves daños al animal. Si esto sucede hay que buscar asistencia veterinaria inmediata.