Muchos de los ayuntamientos españoles ya se están blindado contra la procesionaria de los pinos utilizando un nuevo tratamiento con endoterapia, que consiste en la inyección directa del producto fitosanitario al sistema vascular del árbol, con una presión controlada y específica para cada tipo de madera. Esta técnica permite la protección de las acículas del pino evitando los daños que produce la oruga.
Con la endoterapia se inyecta a presión un biocida en el tronco del árbol que se incorpora a su savia natural y llega a las hojas de las que se alimenta la procesionaria del pino. Al introducir el biocida directamente en el sistema vascular de la planta, este se distribuye de forma homogénea por todo el pino. El tratamiento se realiza una sola vez y es recomendable realizarlo entre mediados de noviembre y finales de diciembre, cuando hay una disminución drástica de resinación del pino.
El nuevo tratamiento con endoterapia no requiere que los parques donde se aplica queden en cuarentena. Consiste en aplicar inyecciones directas a los pinos. El tratamiento es inocuo para los árboles, así como para el resto de animales. Este momento de finales de otoño y comienzo del invierno es el ideal para iniciar esta técnica, pues en estas estaciones las orugas comienzan a alimentarse de las acículas de los pinos e inician la construcción de sus característicos bolsones blancos de seda en las ramas soleadas de los árboles, para protegerse del frío invernal.
Uno de los que los está utilizando es el Ayuntamiento de Arganda del Rey (Madrid) que inició los trabajos de endoterapia para evitar la proliferación de la oruga procesionaria en el municipio. El consistorio inició las actuaciones en 2.200 árboles en las diferentes zonas verdes del municipio; un total de 61 ubicaciones a lo largo y ancho de toda Arganda del Rey como el Parque González Bueno, el Parque de las Nieves, el Parque 1º de mayo de La Poveda o la Avenida de los Derechos Humanos.
Los trabajadores municipales comenzaron la campaña en las zonas verdes colindantes con el Pabellón Alberto Herreros y el Parque Miguel Ángel Blanco. En los próximos días se irán trasladando a diferentes ubicaciones de toda la ciudad para conseguir el tratamiento completo y evitar al máximo la aparición de esta especie de oruga tan dañina para los niños y mortal para los animales, con especial incidencia sobre los perros.
Otro municipio de Madrid en el que se están llevando a cabo este tratamiento es en Soto del Real. El tratamiento se está aplicando en alrededor de 200 coníferas situadas en parques públicos y todas las zonas verdes del municipio. Asimismo, desde el Ayuntamiento se hace un seguimiento riguroso de los resultados, asegurándose de que este tratamiento tenga el impacto deseado y reduzca la presencia de la procesionaria en los meses críticos.
Por otro lado, desde el Consistorio también se hace un llamamiento a los propietarios de fincas privadas y terrenos arbolados para que colaboren en la aplicación de estos tratamientos preventivos, asegurando que la lucha contra la procesionaria no sólo es responsabilidad de la administración pública, sino de toda la comunidad municipal, por lo que estas fincas también deberán someterse a tratamientos que eviten la propagación de esta plaga más allá de los espacios públicos.
También en el municipio de Boadilla del Monte se ha iniciado un año más la campaña de tratamiento de los pinos contra la oruga procesionaria mediante la técnica de endoterapia. La campaña se va a aplicar en las zonas más transitadas del municipio. Esta técnica permite que el producto persista en el árbol durante dos años, por lo que las zonas sobre las que se actúa van cambiando en cada temporada.
PRIMERA PLAGA FORESTAL ESPAÑOLA
El Ayuntamiento de Estepona está llevando a cabo una campaña para eliminar la oruga procesionaria de los pinos de la ciudad, una actuación que se hace periódicamente por los daños que puede provocar este insecto tanto en los árboles, dado que afecta seriamente la foliación y los debilita, como en las personas y mascotas.
La procesionaria del pino constituye la primera plaga forestal española y abre paso a otras plagas oportunistas, de ahí la importancia de actuar contra ella. La oruga y sus pelos urticantes constituyen también un problema de salud pública, provocando no solo urticaria sino también reacciones alérgicas.
Así, para combatir a este insecto, el Consistorio aplicará un total de 2.800 inyecciones en pinos, a razón de tres aplicaciones por ejemplar, aunque en los de gran tamaño se ha llegado incluso a suministrar cinco unidades. El Ayuntamiento ha centrado esta actuación en parques públicos, en las grandes zonas de pinares, en las inmediaciones de los centros educativos y en las zonas verdes.
La mejor estrategia de aplicación contra la procesionaria es la del tratamiento preventivo al inicio del mes de octubre. Este tratamiento está incluido en el calendario fitosanitario anual de las zonas verdes municipales, y el protocolo de actuaciones está gestionado y supervisado por un Asesor Fitosanitario, quien elabora tanto el calendario anual como el documento de asesoramiento previo. Por otra parte, el plan de trabajo cumple la normativa del Real Decreto 1311/2012 actualmente en vigor.
La procesionaria también se deja sentir en la provincia de Guadalajara. Por ello, desde el Ayuntamiento de Cabanillas del Campo, a través de la empresa que realiza actualmente el servicio de control de plagas en el municipio, va a iniciar un nuevo tratamiento para combatir la presencia de procesionaria en las zonas de coníferas de la localidad. En una primera fase se va a aplicar a modo de prueba en las zonas de la localidad con más presencia de este tipo de árboles, y donde mayor incidencia de procesionaria hubo el año anterior. Si los resultados son positivos, el sistema se extenderá en el futuro a todo el municipio, y se incluirá en las condiciones del nuevo contrato del servicio, que tiene que salir a licitación en los próximos meses.
Este nuevo tratamiento de endoterapia contra la procesionaria se va a combinar con la colocación de trampas de feromonas, con las que también comenzó a trabajar el Ayuntamiento cabanillero, y que se pusieron el pasado verano, así como con los trabajos de fumigación de insecticida habituales para estas plagas.