Una extraordinaria barra de madera de bar circular de color rosa ocupó la posición de honor en la muestra Handmade de la revista Wallpaper titulada “X: With love” y celebrada en la Semana del Diseño de Milán. La barra, diseñada por los arquitectos Chan+Eayrs y fabricada en roble rojo por Sebastian Cox, se creó para responder al encargo definido como «X» por el equipo de la revista con ocasión del décimo aniversario de su muestra en Milán y se expuso del 9 al 13 de abril.
Blushing Bar («La barra sonrojada») se ha hecho de roble rojo estadounidense en colaboración con la American Hardwood Export Council – AHEC. Se compone de 10 módulos destinados a preparar cócteles, cada uno de los cuales constituye una variante de un elemento curvado esculpido, que se conectan formando una barra circular.
«Interpretamos la X como número 10 —que representa el décimo aniversario de la muestra Handmade de Wallpaper*— y como un beso de amor, por eso el nombre y el color de la barra de bar. El amor hace sonrojarse y palpitar el corazón, lo que acelera la circulación de la sangre por el cuerpo a través de nuestras venas», explica Merlin Eayrs, uno de los dos socios del estudio de arquitectura Chan + Eayrs, con sede en Londres. «El roble rojo presenta una tonalidad similar a la de la piel rosada y una naturaleza porosa con capilares o venas tan abiertos que puede soplarse aire a través de una delgada sección. Sebastian Cox ha bombeado tinte de color rojo intenso por estas venas de madera, que simbolizan las venas por las que circula la sangre a través de la piel ruborizada por efecto del amor».
«Normalmente, una barra de bar es lineal y actúa un poco como una barrera», continúa Merlin. «Al construirla circular, se convierte en un lugar más interactivo y atractivo; te hace ser personaje de la escena teatral».
«La barra de bar es un lugar de conexión, un punto de fuga para reunirse. La sensación que provoca es la de encontrarse en un lugar muy personal, como ocurre en los proyectos que solemos aceptar» explica Zoe Chan (la otra mitad de Chan + Eayrs). «Queríamos desglosar el concepto de barra de bar», añade Chan, «y dividir sus distintas funciones en diez componentes que se unieran para formar un todo». Así, Blushing Bar dispone de un espacio para el alcohol, otro para los refrescos, otro para cortar cítricos, etc. Incluso hay una pila y un grifo, por supuesto todo rigurosamente elaborado en roble rojo. Las partes de madera que están en contacto constante con el agua han sido tratadas térmicamente para obtener una mayor estabilidad dimensional en un entorno húmedo, mientras que el grifo se ha forrado con un tubo de plástico flexible y cuenta con un elegante extremo de latón.
Con sus escultóricas caras exteriores y sus sensuales pies tallados, la barra de bar combina cualidades escultóricas con funcionalidad a la vez que resalta las propiedades únicas de la madera con la que está elaborada. «El roble rojo es un material poroso», explica Sebastian Cox. «Cuando se corta una delgada sección de esta madera y se pone al trasluz, se obtiene un bello efecto moteado de luz a través de la madera de primavera de rápido crecimiento».
«Nos obsesionamos con el tamaño de los vasos del xilema y del floema de la madera. Son excepcionalmente grandes. Prácticamente puede contarse el número de poros de la testa. Esto no afecta a la resistencia de la madera, pero sí la hace porosa y, por lo tanto, inadecuada para algunas aplicaciones para las que se usa el roble blanco, como por ejemplo los barriles de whisky” dice Cox.
MÉTODO DE INYECCIÓN CON AIRE COMPRIMIDO
Con el fin de poner de relieve este aspecto idiosincrático del roble rojo, Cox experimentó bombeando color.
Sebastian y su equipo mecanizaron una serie de orificios uniformes en la testa de la madera que llenaron de tinta caligráfica roja. «Al llenar los orificios, garantizamos que la tinta se distribuye uniformemente por toda la anchura de la tabla. Mediante el uso de tinta caligráfica obtenemos un color muy intenso», asegura Cox.
A continuación colocó una plantilla sobre la testa de madera a través de la cual pudo introducir aire a presión. Selló la unión entre la plantilla y la tabla de madera y empezó a introducir aire a presión poco a poco.
Este aire a presión fuerza la introducción, a través de la testa, de tinta en la estructura extremadamente porosa de la madera de roble rojo, vaciándose la tinta existente en los orificios perforados en cuestión de segundos.
El proceso también inyecta un elemento de diversión en Blushing Bar. «Nos gustó la «paradoja» que conllevaba», explica Sebastian, «ya que expresa: «si crees que el roble rojo es rojo, ¡te daremos rojo!”».
Y añade que, si bien al director de AHEC para Europa, David Venables, le inquietaba inicialmente la idea de «enrojecer aún más el roble rojo», lo convencieron la creatividad y la belleza del efecto final.
Hasta dar con el método de inyección con aire comprimido, hubo algunos problemas. La prueba de ello son las paredes del taller, con «salpicaduras de sangre» de tinta roja. «Al final optamos por 10 bares de presión con los que vimos que la tinta circulaba a lo largo y ancho de las tablas de forma uniforme», explica Sebastian.
La tinta intenta encontrar su ruta más fácil a través de la madera, lo que significa que migra de forma natural a la zona de crecimiento con madera de primavera que es menos densa. El resultado es que los finos anillos de este material quedan resaltados en rojo en la superficie, mientras que la zona de crecimiento más densa que se encuentra en la madera de verano, queda sin colorear. El efecto se acentúa al usar tablas obtenidas mediante corte tangencial en cuyo veteado el contraste entre la madera de primavera y de verano es más pronunciado.
Cox tuvo que probar varias tintas antes de encontrar la adecuada. «Nos pasó de todo: desde la explosión de la madera hasta la pulverización de tinta por todo el taller», afirma señalando a su ordenador portátil, ahora manchado de rosa. Al final, no obstante, el equipo encontró la solución en la tinta caligráfica, una tinta al agua no demasiado viscosa y no tóxica. «Proporcionaba un color realmente intenso y, además, nos gustaba la idea de usar de esta manera tan desordenada un material fino generalmente empleado en caligrafía», prosigue Cox.
TRABAJO ARTESANAL
Un elemento esencial del proyecto ha sido la interacción entre la tecnología y el trabajo artesanal. Mediante fresado con control numérico y el uso de madera laminada, se ha conseguido hacer destacar el veteado lo máximo posible. En palabras de Chan, «se produce un interesante baile entre la máquina y la mano». Utilizamos la maquinaria para mejorar la forma de trabajar la madera, pero siempre se vuelve al trabajo manual para el acabado. Como consecuencia, la barra de bar tiene juntas corredizas de cola de milano de unión entre módulos, tablas para cortar hechas con madera de testa emparejada, una sección para el hielo con tapa corrediza fabricada con lamas de roble rojo moldeadas y conectadas y una cesta tejida para la fruta en la zona de los jugos.
Para Cox, «los bordes y pies curvos de la barra de bar ofrecen una magnífica imagen de la madera en múltiples dimensiones y permiten apreciar la transición, que raramente se ve, del veteado transversal al veteado tangencial o radial».
La última fase del proceso consistió en aplicar a la madera una mezcla especial de aceite de pigmentación muy ligero para enfatizar sutilmente el contraste entre las zonas entintadas y las de color natural.
Para AHEC Blushing Bar es un nuevo capítulo en la tarea de redefinir el roble rojo a través de la experimentación. AHEC cree que el roble rojo ha sido una madera muy ignorada injustificadamente en Europa. «Para algunos, la desconfianza se deriva del nombre», opina David Venables, director europeo de AHEC. «Presuponen que la madera es mucho más roja que la del roble ordinario, cuando en realidad el rojo alude al color de las hojas del árbol en otoño y, a menudo, no es posible distinguir las dos especies de roble. Una vez que los diseñadores trabajan con esta especie, se rinden a su “calidez, veteado y color”», añade Venables. «Estéticamente es muy hermosa por su tono rosado y su tacto agradable», coincide Eayrs.
Según Venables, el uso de roble rojo para este proyecto no era solo una elección, sino la única posible, dada la porosidad y la capacidad de admitir el color a través del tejido conductor que presenta esta especie. Aun así, existe también un argumento de peso para su uso, que tiene que ver con la sostenibilidad. «El roble rojo está disponible en grandes cantidades y está enormemente infrautilizado. Cada año el volumen debido al crecimiento es muy superior al volumen extraído». «Y cabe recordar que la madera solo es sostenible si se usa y, si se reforesta lo extraído que, en el caso del roble rojo, lo hace la propia naturaleza, sin intervención humana, mediante regeneración natural».
Cox cree que «estamos en el inicio de la era de la madera» y que es importante invitar a la gente a «reconsiderar constantemente el uso de la madera, ya que es el único material que almacena CO2 y, por consiguiente, una parte obvia para solucionar la actual crisis climática». También afirma que la cosa no termina aquí. Sebastian cree que Blushing Bar podría tener un legado. «No se ha diseñado para ser una pieza única», afirma. «Estamos seguros de que el proceso de entintado puede ampliarse a otros usos y llegar a tener una aplicación comercial».
«La madera, en general, y el roble rojo en particular, no tiene por qué utilizarse únicamente en el sentido tradicional de la ebanistería», coincide Venables. Blushing Bar, con su perfil y formas elegantes así como con sus anillos de color rosa intenso en las superficies, es lo más alejado de un mueble tradicional de madera que pueda imaginarse. Aunque es madera, no se asemeja a lo antes visto.