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Denia alberga la xiloteca más grande de España, con más de 4.200 muestras

Pertenece a Manuel Soler, quien comenzó a coleccionar muestras de maderas en 1989.

Aunque muchos lo desconocen, en Denia (Alicante) se encuentra la xiloteca más grande de España. Una xiloteca es como una biblioteca pero en lugar de estanterías llenas de libros, se exponen miles de maderas perfectamente etiquetadas. La de Denia pertenece a la colección de Manuel Soler.

“En 1989 inicié mi colección de maderas por culpa de dos italianos que conocí en Nigeria, que estaban haciendo prospección de mercados. Intentaban importar maderas pero las relaciones comerciales no iban demasiado bien con los madereros locales y decidieron abandonar su idea. Yo los conocí en un bar, donde me encontraba bebiendo unos sorbetes de hiena y me regalaron 6 muestras de maderas, etiquetadas con su nombre común y botánico. Les di las gracias y me olvidé de ellas”, afirma Soler.

“Un día, estando de vacaciones, corté una tabla y uno de los desperdicios tenía el mismo tamaño que aquellas muestras. Escribí en la maderita “Pino de Suecia” y la guardé junto con las otras seis. Y pensé que, mi amigo carpintero, podría darme restos de otras maderas nuevas, y así fue como empezó la historia de la xiloteca de Manuel, quien después de más de 30 años cuenta con más de 4.200 muestras, clasificadas y etiquetadas, expuestas todas ellas en una pequeña cabaña de madera que construyó el mismo para este fin en el jardín de su casa en Las Rotas (Denia).

“Empecé a ir de aquí para allá, desde el desierto de Namibia hasta las nieves del Himalaya, con mi serrucho en bandolera, siempre a la busca y captura de nuevas especies, hasta que me hice socio de la International Wood Collectors Society, y allí empecé a cambiar cromos con otras gentes de todo el mundo que padecían la misma afición«, recuerda Manuel. Una gran labor que inició solo aunque influyó a muchos pupilos que ahora poseen sus propias xilotecas en distintos puntos de España. Pero ninguna con tantos ejemplares como la de él.

“Fui el primer miembro español de la International Wood Collectors Society y mantengo fluida correspondencia, por medio de Internet, con varios asociados de todo el mundo sobre temas relacionados con la madera. Tengo una biblioteca bastante completa sobre árboles y maderas de todo el mundo”, asegura.

Para cada muestra tiene una ficha en la que se recogen los datos más interesantes del árbol y la madera, incluyendo un dibujo del árbol y una fotografía de la madera. Todas las fichas están mantenidas en una base de datos.

Durante todo este tiempo, Manuel ha obtenido maderas de los jardines botánicos, almacenistas de maderas, aserraderos, carpinterías, podadores, intercambio con otras xilotecas, aportaciones particulares o viajando en busca de ellas. “Muchos amigos que viajan al extranjero me traen muestras de los más variados lugares como Kenia, Indonesia, India, Colombia, Chile… Además, en estos años he viajado a Cuba, Panamá, Eslovenia, Brasil, Costa Rica, Polonia y Tenerife con resultados muy positivos, ampliando considerablemente mi colección”, explica. Una colección que también se ve surtida con maderas de los jardines botánicos de Tenerife y Valencia, que le proporcionan periódicamente troncos de sus talas y podas.

La xiloteca de Manuel Soler, en MADERALIA.

UNA COLECCIÓN PERSONAL

Más de 30 años lleva Manuel trabajando y ampliado su xiloteca. “Las muestras las he confeccionado yo mismo, trabajando desde el tronco o tablón hasta el tamaño standard, con ayuda de mis propias herramientas”, apunta. Además, también es él el encargado de hacer cada una de las fichas que acompaña a la madera, así como el dibujo. “Estas fichas son el producto de ir espigando entre toda la literatura existente. Los dibujos de los árboles son de mi mano”.

Un gran trabajo de recopilación y coleccionismo que ha sido visitada por madereros, ingenieros agrónomos, arquitectos, mueblistas, carpinteros, restauradores, tallistas, escultores o colegios. También mantiene correspondencia e intercambio de muestras con el Laboratorio de Productos Forestales de la Universidad de Costa Rica, el Centro de Investigación Forestal de La Habana (Cuba), el Centro de Restauración, Conservación y Museología de La Habana (Cuba), el Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (Madrid), el Instituto per la Ricerca sul Legno (Firenza, Italia), el Museo Real de Africa Central (Tervuren, Bélgica) y el Jardín Botánico de Cienfuegos (Cuba).

Así, durante años, Manuel vive en Denia y lo hace junto a su xiloteca. “Formar una xiloteca no es ninguna obra monumental. No es difícil ni formarla ni mantenerla. Y además es un trabajo útil y gratificante”, concluye.