El Cluster da Madeira e o Deseño de Galicia (CMD) ha homenajeado al Mirador da Cova, en O Saviñao, obra de Arrokabe Arquitectos, en el Día Mundial de la Construcción Sostenible, que se celebró el pasado 23 de septiembre.
Para conmemorar esta efeméride, el presidente del Cluster da Madeira e o Deseño de Galicia, José Manuel Iglesias; acompañado del alcalde de O Saviñao, Juan Carlos Armesto; uno de los propietarios de Adegas Moure, enclave donde se ubica el Mirador, Evaristo Rodríguez; un representante del Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia, Rafael Castro; y los arquitectos responsables de la obra, Óscar e Iván Andrés, Arrokabe Arquitectos, celebraron un acto simbólico en el propio Mirador donde poner en valor las características sostenibles de la obra, así como su cuidada y perfecta integración en un entorno inigualable.
La Junta Directiva del CMD señala la elección de esta obra por su capacidad en resolver la dificultad que englobaba realizar una intervención en ese espacio sin alterar la relación con el paisaje y una orografía tan vertical. Además, quieren destacar la apuesta por parte de los responsables de las bodegas por invertir en arquitectura de un modo sutil, respetando la naturaleza, la entidad del paisaje y el espacio comercial y enológico en el que se integra.
LA MADERA, PROTAGONISTA DE LA OBRA
Según explican los arquitectos en la memoria del proyecto, se planteó la edificación como una estructura abierta que se apoya en el muro que salva el desnivel entre la pista y el primer bancal. La primera decisión consistió en darle continuidad al espacio intersticial de la parte alta, entre la nueva pieza y los edificios existentes de la bodega. Para ello se recurrió a completar la superficie de la “terraza” superior – formada por el espacio entre las edificaciones tradicionales, la pista intermedia y el rellano superior de la escalera y la rampa que sirven al nuevo edificio de la bodega – con un nuevo forjado de losa de hormigón. Se propuso unificar la pavimentación de todo este espacio completando el adoquinado existente en la zona alta, entre edificaciones. De esta forma se relaciona todo el conjunto y el nuevo elemento se constituye como espacio central, de recepción de visitantes.
Continuando con la estrategia de cosido e integración de los diferentes elementos existentes, se planteó una estructura ligera superpuesta al muro de contención, que avanza sobre el bancal conformando varios niveles de estancia, esencialmente unas zonas en planta alta a la cota de la rasante de la pista y otras en planta baja a la altura del primer bancal.
El detalle constructivo se ha utilizado de manera consciente para minimizar la clase de riesgo y se ha usado madera modificada acetilada, libre de biocida, por sus altas prestaciones en cuanto a estabilidad y durabilidad.
Una malla de acero inoxidable sirve de tutor para plantas trepadoras contribuyendo a la mimetización de la edificación y resolviendo el control solar.
OBRA RECONOCIDA POR SU SENSIBILIDAD EN EL USO DE LA MADERA
El Cluster da Madeira e o Deseño de Galicia reconoce la clara sensibilidad y el compromiso de los arquitectos con la madera en esta obra, así como su conocimiento del material sabiéndolo adaptar a la perfección a los diferentes elementos. Además, su integración con el entorno representa perfectamente los valores de la biofilia.
Este homenaje que realiza el CMD se une a los numerosos reconocimientos que ha obtenido esta obra como el premio en la Categoría Internacional de los Wood Design & Building Awards, seleccionada para la BEAU, Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo o selección en los Premios Fad de Ciudad y Paisaje, entre otros.