Según informa la Federación Belga, el Ministerio de Medio Ambiente de dicho país va a difundir en breve una nota de prensa en la que se informará de que la partida de Ipé procedente de Brasil y que fue incautado por las autoridades belgas, por una denuncia de Greenpeace, tras las pertinentes averiguaciones, ha resultado ser legal y se puede comercializar libremente.