Gerónimo y Federico Mateos son padre e hijo y son constructores de guitarras, maestros guitarreros. Luthieres artesanales, llevan más de 30 años fabricando guitarras con sus manos, y acaban de instalar su taller en Cabanillas del Campo, tras una larga trayectoria en un cercano municipio de Madrid. Buscaban un sitio relativamente tranquilo, bien comunicado, con costes asumibles, donde compaginar vida y trabajo, y contar con unas instalaciones adecuadas. Y parece que lo han encontrado en la localidad campiñera, en una de las naves terciarias que se ubican en la calle Tapiadilla, al final del Recinto Ferial de la localidad.
Así, Cabanillas, conocida a nivel nacional por su potencia logística e industrial, también tiene un pujante sector comercial en su casco, así como un interesante abanico de emprendedores artesanos, que ahora se complementa con este nuevo taller de guitarras absolutamente novedoso en la localidad.
Los Mateos tienen su lugar de trabajo ya prácticamente terminado, a falta de algunas mejoras que quieren implementar en la potencia eléctrica y la calidad de la iluminación de la nave. Llevan en Cabanillas desde julio pasado fabricando piezas sueltas de sus guitarras, pero en los próximos días comenzarán a poder ensamblar íntegramente los instrumentos que, desde Cabanillas, saldrán para todo el mundo. “Vendemos a los cinco continentes. Tenemos distribuidores en todo el mundo, y en la actualidad nuestro principal soporte de venta es internet”, explican los luthieres.
Se trata de guitarras de alto nivel, apreciadas por guitarristas profesionales o de nivel muy avanzado. Cedro rojo, cedro exótico, abeto, caoba o nogal son algunas de las maderas nobles que utilizan en este taller para fabricar los distintos modelos que tienen a la venta, y que abarcan desde guitarras clásicas a flamencas, pasando por guitarras acústicas, de jazz, e incluso, de manera más excepcional, pueden también fabricar guitarras eléctricas.
Los guitarreros recibieron la visita del alcalde de Cabanillas y de una de las concejales, a los que mostraron todos los pasos que cubre el proceso de fabricación de una guitarra artesanal. Qué madera se utiliza para cada tipo de instrumento, o para cada parte de la guitarra, cómo se cortan las piezas del árbol, y cómo se moldean en el taller; cómo se realiza el ensamblaje, y cuáles son los “secretos” que hacen de estos instrumentos de cuerda guitarras de alta calidad. En ellas, elementos como las “barras armónicas” que se ubican dentro de las cajas de resonancia, y el modo en que se disponen, juegan un papel esencial.
“A diferencia de otros luthieres, nosotros estamos encantados de enseñar cómo trabajamos, así que tenemos toda la disposición para atender aquí a quien quiera interesarse por el proceso”, explica Gerónimo Mateos, quien señala que, de media, cada instrumento que sale de este taller lleva sobre sí alrededor de 120 horas de trabajo.
Mateos señala también orgulloso que la fama de sus guitarras, lo que las hace tan especiales, es que su método de fabricación logra una longitud de la vibración del sonido muy superior a la de una guitarra industrial. “Se trata de que todas las guitarras que de un mismo modelo salen de este taller tengan un sonido parecido. Y digo parecido, porque igual es imposible. Dos guitarras nunca suenan exactamente igual”, comenta el artesano guitarrero.
Por su parte, alcalde y concejal de Cabanillas desearon mucha suerte a los dos emprendedores recién instalados en Cabanillas, y ambas partes se emplazaron para estudiar posibles colaboraciones en el futuro en materia de divulgación cultural o formación en este arte de fabricación de instrumentos musicales.